Además, según el estudio hecho por el organismo internacional, hay más de siete millones de menores que viven en la pobreza, siendo la inflación y el estancamiento de los principales factores que incidieron en la capacidad de generar ingresos en los hogares.
Debido a eso es que se realizó un spot protagonizado por una madre con su hijo, el cual busca reflejar la situación que viven las familias que se saltean alguna de las comidas durante el día, o que en muchos casos se van a dormir sin cenar, debido a la falta de ingresos o por deudas.
A partir de las estimaciones del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA), basándose en los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que publica el Indec, la pobreza llegó al 54,9% y la indigencia al 20,3% de la población durante el primer trimestre del 2024.
Disminución en el consumo de carne y lácteos
El estudio también muestra que unos 10 millones de chicas y chicos en Argentina comen menos carne y lácteos en comparación al año pasado por falta de dinero, en un contexto en el que, además, los ingresos de casi la mitad de los hogares no alcanzan para cubrir gastos básicos de alimentación, salud y educación.
La pobreza afecta especialmente a las personas que viven en hogares con menor acceso educativo, a los hogares monomarentales, con jefatura femenina o cuando están situados en un barrio popular.
La campaña de Unicef contra el hambre infantil
En este contexto, Unicef lanzó la campaña "El hambre no tiene final feliz", que busca concientizar a la sociedad y recaudar fondos para programas de asistencia alimentaria y nutricional dirigidos a la población más vulnerable.
"El objetivo de esta campaña es sensibilizar a la población sobre la realidad que viven miles de chicos y chicas en el país", sostuvo Rafael Ramírez Mesec, nuevo representante de Unicef en la Argentina.
A través de esta iniciativa, la organización convoca a la sociedad a sumarse con una donación mensual bajo el hashtag #CambiaElFinal.
Los fondos recaudados serán destinados a apoyar programas que Unicef lleva adelante en el país, desde el apoyo nutricional a personas en situación de vulnerabilidad hasta el desarrollo de instrumentos claves, como el monitoreo del presupuesto nacional destinado a la infancia, entre otras iniciativas.
Así, Unicef alerta sobre la necesidad de redoblar los esfuerzos para garantizar que todos los niños y niñas de Argentina tengan acceso a una alimentación adecuada y nutritiva.
La campaña "El hambre no tiene final feliz" busca movilizar a la sociedad para que este drama silencioso que viven millones de hogares cada noche pueda tener un final diferente.