Educación

Más jóvenes terminan la secundaria en Argentina, pero persisten las desigualdades

El avance fue más notorio fue entre los jóvenes de más bajo de ingresos, donde la terminalidad subió de 41,5% a 60%. En cambio, en el sector de más alto el crecimiento fue menor, pasando de 87,1% a 92,2%.

Pablo Maneglia
por Pablo Maneglia |
Más jóvenes terminan la secundaria en Argentina

Más jóvenes terminan la secundaria en Argentina, pero persisten las desigualdades.

La finalización de la escuela secundaria creció de forma sostenida en la última década en Argentina, aunque aún hay brechas marcadas entre sectores sociales. Según el informe “Terminalidad educativa: foco en la secundaria” de Argentinos por la Educación, la proporción de jóvenes de 25 a 30 años con título secundario pasó del 67,6% en 2014 al 74,2% en 2024.

Sin embargo, entre los más pobres, solo 6 de cada 10 jóvenes logran terminar la escuela, mientras que en los sectores de mayores ingresos la cifra asciende a 9 de cada 10.

El avance fue más notorio entre los jóvenes del sector más bajo de ingresos, donde la terminalidad subió de 41,5% a 60%. En cambio, en el segmento más alto el crecimiento fue menor, pasando de 87,1% a 92,2%. “El crecimiento de la terminalidad en este nivel es un logro democrático importantísimo, especialmente por el aumento de estudiantes de sectores históricamente excluidos”, destacó Viviana Postay, coautora del estudio.

La investigación se basa en datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC y analiza los niveles de finalización de primaria, secundaria y universidad entre jóvenes argentinos en los últimos 10 años.

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Brecha por género: más mujeres terminan la secundaria

Las mujeres presentan tasas más altas de graduación que los varones. Entre los jóvenes de 25 a 30 años, el 77,4% de las mujeres finalizó la secundaria, frente al 70,9% de los hombres. En el nivel primario la diferencia también se mantiene (97,6% versus 95,1%).

Aunque la primaria está prácticamente universalizada (96,4%), la secundaria todavía enfrenta desafíos: 3 de cada 4 jóvenes logran completarla. Entre los más pobres, 4 de cada 10 aún no tienen el título, pese a las mejoras.

“Si bien mejoraron los indicadores, todavía existe una deuda con los sectores de menores recursos”, señaló Romina de Luca, investigadora del Conicet y del CEICS. Además, advirtió que el aumento de egresos puede estar vinculado a cambios en los regímenes académicos y flexibilizaciones implementadas durante la pandemia.

El desafío de la calidad educativa

Más allá de la cantidad de graduados, los especialistas coinciden en que el reto principal es la calidad de los aprendizajes. Según un estudio previo de Argentinos por la Educación, solo el 63% de los alumnos llega al último año en tiempo teórico, y solo 1 de cada 10 lo hace con los conocimientos adecuados en Lengua y Matemática, según las Pruebas Aprender.

El crecimiento de la terminalidad es una buena noticia que contrasta con el clima de desconfianza hacia la escuela”, opinó Gustavo Romero, vicerrector del Colegio Nacional de Buenos Aires. “El desafío no es solo alcanzar la universalización, sino lograr que los estudiantes terminen con aprendizajes significativos y herramientas útiles para el mundo laboral”, agregó.

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Un avance con límites y nuevos desafíos

Para Felicitas Acosta, investigadora de la Universidad Nacional de General Sarmiento, los progresos muestran un “doble desafío”: garantizar que todos egresen en tiempo y forma, y asegurar condiciones efectivas de escolarización para los sectores más vulnerables.

Finalmente, Marcelo Rabossi, profesor de la Universidad Torcuato Di Tella, subrayó los avances en equidad educativa: “En la última década, la terminalidad en el primer quintil creció 18,5 puntos. Además, la creación de ocho universidades en el conurbano bonaerense amplió el acceso a la educación superior, con un 150% más de ingresantes de bajos recursos, superando incluso a la UBA desde 2021”.

En síntesis, cada vez más jóvenes logran terminar la secundaria en Argentina, pero las brechas socioeconómicas y de calidad educativa siguen siendo el gran desafío del sistema escolar.

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