- Las cifras dejaron de reflejar la realidad.
- Las marcas que solo medían aperturas empezaron a diseñar campañas con métricas distorsionadas.
En este contexto, los especialistas recomiendan mirar más allá del open rate y enfocarse en métricas que realmente indiquen interacción y valor para la empresa.
Nuevas métricas para medir el éxito
1. Tasa de clics (CTR)
Más allá de abrir el correo, lo importante es si el usuario hizo clic en un enlace. El CTR muestra cuántos pasaron de la lectura a la acción.
2. Conversiones
El objetivo final no es abrir ni hacer clic, sino convertir: realizar una compra, registrarse, descargar un recurso o completar un formulario.
3. Engagement en cascada
El impacto de un email no termina en la bandeja de entrada. Cada vez más campañas buscan que el usuario siga interactuando en redes sociales, landing pages o aplicaciones. Medir ese “viaje” completo da una visión más clara del éxito.
4. Tiempo de lectura
Algunas plataformas permiten saber cuánto tiempo estuvo abierto el correo. No es lo mismo una apertura rápida de 2 segundos que un lector que dedica 1 minuto a recorrer el contenido.
5. Retorno de inversión (ROI)
El email marketing sigue siendo uno de los canales con mejor ROI en el marketing digital. Calcular cuánto ingresa en ventas por cada dólar invertido en campañas es un indicador clave para justificar estrategias.
La integración multicanal
Uno de los grandes cambios de los últimos años es que los correos electrónicos ya no funcionan de manera aislada. Ahora se integran en flujos de comunicación que incluyen:
- Redes sociales: un email puede invitar a unirse a una transmisión en vivo o a seguir una cuenta.
- Mensajería instantánea: WhatsApp Business y Telegram funcionan como canales complementarios para reforzar mensajes.
- Chatbots y CRM: la interacción en un email puede disparar conversaciones automáticas en otras plataformas.
Medir estas conexiones permite entender cómo un correo influye en todo el ecosistema de contacto con el cliente.
El impacto de la inteligencia artificial
La IA no solo cambia cómo se crean los correos, sino también cómo se miden:
- Análisis predictivo: anticipa qué usuarios tienen más probabilidad de convertir.
- Segmentación dinámica: ajusta las métricas en tiempo real según el comportamiento del usuario.
- Personalización avanzada: permite ver qué tipo de contenido genera mayor engagement en cada perfil.
Recomendaciones para las marcas en 2025
- No depender de una sola métrica: combinar aperturas, clics, conversiones y tiempo de lectura.
- Diseñar journeys completos: pensar el email como el inicio de un recorrido multicanal.
- Analizar el ROI de manera integral: incluir los impactos indirectos (visitas a la web, interacciones en redes, recomendaciones).
- Usar IA con supervisión humana: aprovechar el análisis predictivo, pero siempre validar con criterio estratégico.
Medir con una mirada más amplia
El email marketing ya no puede evaluarse solo con el open rate. La efectividad real está en la capacidad de generar interacción multicanal y resultados medibles en el negocio.
Las empresas que adopten estas nuevas métricas tendrán una visión más realista de sus campañas y podrán optimizar recursos, adaptarse a los cambios en la privacidad y seguir construyendo relaciones sólidas con sus clientes.