Muchos decidieron refrescarse en las playas del río, pese a la prohibición del baño. En tanto, otros lugares padecen por la falta de servicios.
Con una fuerte ola de calor afectando al AMBA, surgieron diferentes alternativas económicas pero poco saludables. Muchos vecinos recurrieron a la costanera de Vicente López para refrescarse y la de Quilmes, a pesar de que el río está contaminado y además, en esa zona del sur del conurbano, muchos vecinos se encuentran sin el servicio del agua potable.
En A24 se mostraron en varios móviles las alternativas que buscaron las personas para refrescarse a orillas del Río de la Plata. Pese a los carteles de “Prohibido Bañarse”, distintas personas desafiaron la señal para enfrentar a las altas temperaturas.
Ya rige alerta amarillo, una categoría que significa que las temperaturas altas pueden ser peligrosas para la salud, sobre todo para los grupos de riesgo, como niños y niñas, personas mayores de 65 años, con enfermedades crónicas.
Este calor extremo también impactó en varios barrios de Quilmes, como en Villa Elvira que lleva dos meses sin agua potable y otros lugares y varios barrios que atraviesan una situación similar. Si bien, desde el municipio y la empresa, la semana pasada sostuvieron que la interrupción del servicio se debe a tareas de mantenimiento, varios vecinos protestaron por este tema.
“No tenemos agua y debemos reacomodar la organización familiar, ir a bañarnos a la casa de un familiar y racionalizar la que conseguimos”, reconoció una de las vecinas que mostró en vivo como de las canillas de su casa no caía ni una gota.
Para el SMN, “una ola de calor se define como un período excesivamente cálido en el cual las temperaturas máximas y mínimas superan, por lo menos durante 3 días consecutivos y de forma simultánea, ciertos valores que dependen de cada localidad”.
En la Ciudad de Buenos Aires, para que ocurra una ola de calor durante tres días seguidos, las temperaturas mínimas deben ser de 22 °C o superiores y las máximas deben ser de 32,3 °C o más.
