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Hace un año, el cineasta fue convocado por la productora Orca Films y la actriz y guionista Zoe Hochbaum para integrarse a un equipo conformado por los periodistas Eduardo Anguita y Daniel Cecchini, el guionista Gustavo Gersberg, Laura Mattarollo en archivo y Milagros Hadad en la producción general.
La película se sostiene sobre tres pilares clave del género: testimonios, archivos y recreaciones, sin dejar espacio a fisuras. Muchas veces, los documentales que recurren a actores para recrear situaciones sin respaldo visual caen en parodias o momentos poco creíbles. En Traslados, el cuidado en cada recreación fue tan meticuloso que la emoción se mantiene constante a lo largo de sus 90 minutos. “Había que hilvanar todo: lo que se sabía en la época, tanto en el ámbito social como en la intimidad. Luego, escuchar a las víctimas y a sus familiares, como las hijas de las fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo. Aquí está el testimonio de la hija de Azucena Villaflor, de otros secuestrados como Miriam Lewin y, además, se suma Enrique Piñeyro”, detalla el director.
Piñeyro además de actor es piloto de aviación y su rol fue importantísimo para llegar a la verdad con respecto al rol de los pilotos de estos “vuelos de la muerte”. “Cuando Miriam Lewin y el fotógrafo italiano Giancarlo Ceraudo inician la investigación y encuentran uno de los aviones usados, un skyvan, se topan con que ningún piloto quiere interpretar las planillas de vuelo. Algunos incluso faltan a las reuniones. El único que se hace cargo y las descifra es Enrique. Y desde allí se llega a los nombres de quienes manejaban los aviones que tiran al mar a las fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo o a las monjas francesas, por ejemplo”, dice Nicolás.
Además de estas dos semanas de exhibición, la película se verá el martes 24 de septiembre en España, en el marco del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, en una jornada que el certamen programó especialmente en apoyo al cine argentino.