Una ayuda para una "despedida diferente"
Por numerosas razones, un embarazo puede no llegar al momento tan esperado de dar a luz. Y otras veces, la muerte del bebé se produce en el trabajo de parto y en el nacimiento. La circunstancia no puede ser más traumática y triste. De la alegría infinita por un nacimiento esperado, de pronto, una pena sin igual reemplaza ese momento para siempre.
En el Reino Unido se aprobó que ante esa situación, una mujer puede llevar a su casa el cuerpo del nonato. El objetivo es poder realizar un duelo privado, íntimo. Con todas las garantías y necesidades que esa situación merecen y hacen obligatorias.
Preservar el cuerpo del nonato
Es la parte más importante. Cuidar que el tiempo que esté en la casa, ese cuerpo no se deteriore ni degrade. Se trata de prolongar y realizar, de otra manera, un velatorio. Para ello, se creó y diseñó un implemento llamado en inglés "cuddle cot", cuya traducción literal sería "cuna de abrazo". Tal vez sería más apropiado referirse a una "cuna de preservación".
Es que en la práctica, así es como se comporta. El cuerpo de la criatura se coloca en lo que se asemeja a una cuna, pero que tiene un mecanismo especial. Hay una "manta", que en realidad es una membrana o paño acolchado que se enfría a muy baja temperatura. Eso se logra porque la "cuna" está conectada a un motor que por unas mangueras congela un gas especial.
De ese modo, se puede colocar al nonato en ese ámbito para evitar que se degrade por el paso del tiempo. Al mismo tiempo, la parte exterior tiene un aislamiento especial para que la madre no tenga frío al sostenerlo.
El método para un "duelo prolongado y en el hogar"
Con la supervisión de médicos y terapeutas, llegaron a la conclusión que -de acuerdo con la personalidad de las madres y de la familia- esta situación permite elaborar mejor el duelo ante una situación tan desgraciada como jamás esperada. El plazo máximo es de 10 días, para que el nonato esté en lo que habría sido su hogar y su familia. Cumplido ese tiempo, los padres deciden qué hacer con la criatura para que tenga el descanso final.
En esta experiencia puntual, Rosie, la madre, luego de tener 10 días a Dexter, con su padre y su hermana mayor, decidió que lo cremarían. Este no es el caso, pero cuando esta tragedia sucede con un embarazo de más semanas, la ley británica autoriza que ese nonato reciba un nombre, se anote en un registro civil y pueda ser enterrado.
Rosie contó que pese al drama familiar, esta manera de "despedirse" le resultó menos dolorosa que lo habitual en estos casos. Por eso, decidió donar el sistema de la "cuna de preservación" para que pueda ayudar a encontrar algo de consuelo a otras mujeres que pasen por su misma situación. En esos 10 días, la mujer tomó fotografías de Dexter y escribió: "Al repasar tus imágenes en estas fotos, es como si te trajeran nuevamente a la vida".