Tormenta Santa Rosa 2023: entre leyendas y pronósticos
La anticipación y la expectación llenan el aire mientras la famosa tormenta de Santa Rosa parece acechar en el horizonte. Los ciudadanos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires están comenzando a tomar precauciones para enfrentar lo que esta manifestación climatológica anual pueda traer consigo.
Según los expertos en meteorología y las leyendas transmitidas a lo largo de generaciones, la tormenta de Santa Rosa se manifiesta cada año, aproximadamente cinco días antes o después del 30 de agosto. Esta fecha, marcada en los calendarios, trae consigo temor y preocupación a medida que los pronósticos inciertos alimentan la especulación sobre los potenciales daños que este fenómeno climático podría ocasionar a lo largo del país.
Este fenómeno natural se caracteriza por la presencia de intensas lluvias y actividad eléctrica en el cielo. Los científicos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) han sugerido que las recientes precipitaciones en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) podrían estar relacionadas con el fenómeno de "El Niño", que a menudo ejerce influencia en los patrones climáticos de la región.
A pesar de las especulaciones iniciales, los miembros del SMN han descartado la probabilidad de tormentas de gran magnitud asociadas a la tormenta de Santa Rosa para este año. Afirman que las condiciones atmosféricas no son propicias para tal desarrollo.
Los meteorólogos han proyectado que el próximo miércoles 30 de agosto amanecerá con un cielo nublado en CABA, pero con probabilidades prácticamente nulas de precipitación. En cuanto a las temperaturas, se espera una mínima de 11°C y una máxima de 20°C.
En un esfuerzo por calmar a la población, el SMN ha anunciado que los días previos al 30 de agosto estarán caracterizados por un clima agradable: cielos despejados, escasas nubes y temperaturas que oscilarán entre los 5°C y los 20°C.
Cindy Fernández, comunicadora del SMN, ha compartido que el cumplimiento exacto del fenómeno de Santa Rosa es una rareza. Ha señalado la posibilidad de tormentas en las provincias del Noroeste en el periodo entre el 29 y el 30 de agosto, pero sin certeza sobre su magnitud. En el centro del país, no se prevén tormentas.
Con respecto a las tormentas ocurridas recientemente, Fernández ha mencionado que las condiciones climáticas se alinearon con las descripciones del mito de la tormenta Santa Rosa, sugiriendo la posibilidad de que el fenómeno se adelantara dos semanas, aunque sin confirmación definitiva.
Los especialistas de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) han indicado que, para considerar una tormenta como intensa, debe haber actividad eléctrica, ya que la lluvia sin descargas eléctricas y sus característicos relámpagos y truenos no califica como tormenta. Además, han resaltado que las tormentas invernales son estadísticamente poco comunes debido a la sequedad que prevalece en esta temporada.
Aunque se ha arraigado en la cultura popular la creencia de que la tormenta de Santa Rosa siempre ocurre cerca del 30 de agosto, los expertos en meteorología confirman que esta fecha carece de fundamentos científicos sólidos. Es considerada, en última instancia, un "mito popular".
El nombre icónico de este fenómeno proviene de las festividades religiosas que se celebraban en Lima, Perú, cada 30 de agosto. Sin embargo, las estadísticas recopiladas por el Observatorio Central Buenos Aires (OCBA) desde 1906 hasta 2021 han demostrado que las tormentas en los cinco días previos y posteriores al 30 de agosto solo ocurrieron en 65 de los 116 años analizados, y no siempre presentaron una intensidad significativa.
La leyenda que ha perdurado hasta la actualidad tiene su origen en el año 1615, cuando una tormenta se atribuyó a las oraciones de Isabel Flores de Oliva, una religiosa peruana conocida como Santa Rosa. Se dice que sus plegarias disuadieron a piratas holandeses de atacar la ciudad de Lima.
En resumen, mientras los preparativos continúan y las expectativas se mantienen en alto, la incertidumbre y los mitos siguen envolviendo a la enigmática tormenta de Santa Rosa. Los científicos y los ciudadanos se mantienen vigilantes, anticipando lo que el cielo pueda tener reservado para este año.