Judiciales

Tota Santillán: las causas judiciales que afrontó antes de morir y una única condena

Los principales conflictos fueron con sus ex parejas. ¿Qué pasó con cada una de las causas? ¿Por qué nunca fue preso?

Néstor Espósito
por Néstor Espósito |
Tota Santillán: las causas judiciales que afrontó antes de morir y una única condena

El conductor bailantero Ricardo Daniel Carias, más conocido como la “Tota” Santillán, murió sin condenas firmes en su contra pese a que desde 2009 atravesó diversos expedientes y circunstancias judiciales, algunas de ellas de ribetes escandalosos.

La única condena contra Santillán ocurrió a mediados del año pasado, cuando un tribunal oral de la Capital Federal le asestó cinco años y medio de prisión por una serie de delitos contra una ex pareja y madre de sus últimas dos hijas, en un contexto de violencia de género.

El tribunal unipersonal integrado por el juez Alejandro Noceti Achával responsabilizó a Santillán por los delitos de amenazas agravadas por el uso de armas, privación ilegítima de la libertad agravada por ser cónyuge, y lesiones leves agravadas por haberse cometido en el marco de la pareja y por mediar violencia de género.

La condena fue apelada ante la Cámara de Casación porteña, que –de acuerdo con lo habitual de los tiempos procesales- no tenía previsto pronunciarse de manera inminente pese a que ya estaba en tiempos de hacerlo.

Relación rota y conflictiva

tota santillan fernanda vives.jpg

En 2018, la Cámara de Casación porteña confirmó su sobreseimiento en una causa que se había iniciado dos años antes por denuncia de su ex mujer Namora Sol Fiasche Seri. por presunta "violación de secretos, privación ilegal de la libertad personal, robo, extorsión, coacción y asociación ilícita”.

Tiempo después, ante un nuevo episodio, la denuncia terminó en la única condena en su contra.

El vínculo con Namora Sol Fiasche Seri, roto en lo personal, comenzó a transitar el camino de tribunales en 2017, cuando la mujer entabló una acción civil de “privación de la responsabilidad parental” para desvincular a Santillán de las dos hijas en común.

Cinco años después, en 2022, la Cámara Civil rechazó un pedido de Seri, quien había argumentado que “las propias hijas no quieren ver a su padre porque ‘sienten miedo y vergüenza’, y que como se trata de un enfermo psiquiátrico debe hacerse foco en sus rasgos de personalidad”.

La demanda indicaba que “la conducta de Carias no puede ser considerada como un ‘incumplimiento más o menos regular’ de sus deberes y responsabilidades, pues ha puesto ‘en grave peligro la seguridad y salud psicofísica de sus hijas’”.

Sin embargo, el fallo de los jueces Beatriz Verón, Maximiliano Caia y Gabriela Scolarici indicó que “no se ha demostrado que los trastornos de la personalidad del demandado ni su conducta atenten contra la seguridad de las niñas”.

Pese a ello, Santillán mantenía sólo esporádicos contactos con las niñas.

En ninguno de los otros procesos judiciales Carias/Santillán resultó condenado, aunque sí recibió sanciones judiciales en el contexto de un complejo juicio de divorcio con su segunda esposa.

En el marco de ese proceso, en al menos dos oportunidades, fue sancionado con multas de hasta 15 mil pesos (a valores de 2018) por denuncias de “graves conductas, la reiteración o reincidencia de las mismas”. Santillán había incumplido con una medida cautelar ordenada por el tribunal “exponiendo de este modo a sus hijas a una evidente y constante situación de vulnerabilidad al no preservar debidamente su integridad, tal como fuera ordenado”.

Inimputable

El segundo episodio relevante (mediáticamente, al menos) ocurrió en 2017, cuando fue detenido en plena vía pública a la salida de un bazar en la localidad bonaerense de Vicente López, tras la denuncia del comerciante sobre un presunto hurto.

Su entonces abogado, Roberto Casorla Yalet, explicó que Santillán atravesaba un delicado momento personal que había condicionado su conducta y que era ajeno al delito que se le imputaba.

Finalmente, en ese expediente, fue declarado inimputable.

En 2011, Santillán fue sobreseído en una causa que le inició en 2009 su ex pareja María Fernanda Widner, cuyo nombre artístico es "Fernanda Vives", por presunta falsificación de documento privado y estafa.

La causa se inició por denuncia de Vives contra su ex pareja, a quien acusó de haber cobrado “bolos” que le pagó la Asociación Argentina de Actores mediante un poder falsificado que supuestamente le había entregado la mujer.

La Justicia le dio la razón a Santillán: las declaraciones de testigos y “la existencia de cobros anteriores a la fecha de la carta poder cuestionada impiden descartar la versión exculpatoria del imputado”.

Calumnias prescriptas

También en 2011, Santillán resultó exculpado en una causa por presuntas “calumnias e injurias” que le había entablado el relacionista público Alejo Clérici.

La Cámara del Crimen, con fundamentos distintos de sus jueces Alfredo Barbarosch, Gustavo Bruzzone y Jorge Rimondi, tuvo por “desistida” la acción judicial iniciada por Clérici, un ex allegado al ex capitán de la selección argentina de fútbol, el difunto Diego Maradona.

Santillán vinculó sentimentalmente a Clérici con su ex esposa Fernanda Vives, en la época en que ambos vivían en concubinato. El tribunal confirmó un fallo de primera instancia del juez en lo correccional Francisco Ponte, quien “declaró extinguida la acción penal por desistimiento de la querella”.

Se habló de