"Esta situación ocurre debido a que con la destrucción de los rastrojos se le quita al picudo el lugar en donde vive y el insecto que migra es atraído por la feromona de las trampas", indicaron desde el organismo de sanidad estatal.
Además, en la última semana se registraron temperaturas superiores a los 25 grados. ¿En qué incide eso? En que las altas temperaturas favorecen a la "movilidad" de la plaga, ya que se trata de un insecto que "prefiere" los climas cálidos.
"En la etapa de fin de cultivo se solicita a quienes produzcan algodón, destruir los rastrojos inmediatamente después de realizar la cosecha", pidieron desde Senasa.
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La presencia del "picudo" se determinó en campos de algodón en 9 departamentos de Chaco.
Y de cara a la nueva campaña, lo que indicaron fue que "30 días antes de la siembra se activen las trampas para tener conocimiento de la cantidad de población que quedó viva".
"En esta época del año es esperable una presencia importante de picudo porque está saliendo de un cultivo de ciclo intermedio-largo y su tasa de crecimiento tiene sus picos entre marzo, abril y mayo dependiendo el año agrícola que se atravesó”, explicó Julio González, responsable del Programa Picudo en el Centro Regional Chaco Formosa del Senasa.
De manera periódica, agentes del Centro Regional Chaco-Formosa del Senasa monitorean las estaciones de muestreos con 300 trampas ubicadas estratégicamente en lotes de algodón que se encuentran en los departamentos O´Higgins, Fontana, Comandante Fernández, Quitilipi, Independencia, Maipú, 9 de Julio, 12 de Octubre y Almirante Brown.