ALIMENTACIÓN Y CAMBIO CLIMÁTICO

Cumbre de la CELAC: la FAO le pidió a la Argentina que impulse el compromiso de la región contra la inseguridad alimentaria

El representante regional de la FAO, Mario Lubetkin, visitó Buenos Aires y se reunió con el Canciller Cafiero. El temor del organismo a que cada país aborde parcialmente el problema.
Ezequiel Morales
por Ezequiel Morales |
La FAO llevó a Buenos Aires el debate por la alimentación y el acceso a la tierra. 

La FAO llevó a Buenos Aires el debate por la alimentación y el acceso a la tierra. 

En los primeros días de agosto el uruguayo Mario Lubetkin, flamante representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en lo que tiene que ver con Latinoamérica y el Caribe, empezó una vertiginosa recorrida por algunos países de la región. Luego de estar en Chile y Colombia, pasó por la Argentina y puso el foco en los sistemas de alimentación. ¿Lo más urgente? Pidió que la Argentina y la CELAC “jueguen” en pos de luchar regionalmente contra una inseguridad alimentaria que se vuelve preocupante.

El pedido de Lubetkin llegó en la misma semana en la cual la CELAC, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, se reunirá este jueves en el Centro Cultural Kirchner con Argentina al frente de la Presidencia pro témpore hasta el año que viene.

Además, en una agenda apretada que lo llevó a firmar un convenio con la Gobernación de Chaco, mantener una reunión bilateral con el Canciller Santiago Cafiero y luego visitar a las nuevas autoridades de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, habló con la prensa en el Palacio San Martín del centro porteño y dejó algunos títulos para repasar.

Lubetkin se formó como periodista y llegó a dirigir la agencia de prensa Inter Press Service (IPS). En su etapa final dentro de la organización fue nombrado miembro del Grupo Asesor de las Naciones Unidas para el Año Internacional de las Cooperativas. Allí comenzó su camino que esta semana lo tuvo en las calles de Buenos Aires.

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Los representantes de la FAO también se reunieron con el nuevo secretario de Agricultura Juan José Bahillo.

Los representantes de la FAO también se reunieron con el nuevo secretario de Agricultura Juan José Bahillo.

La mirada de la FAO ante la guerra entre Rusia y Ucrania

A los dirigentes que estuvieron de visita en suelo porteño les hacen una pregunta recurrente: “¿La crisis alimentaria existe?” No solamente creen que sí, sino que los números de los tableros de monitoreo globales “van mal y empeorando”. Se siente la preocupación en el tono que eligen comunicar desde la FAO, aunque siempre se busca no caer en pesimismos. Entienden a la vez que América latina tiene un potencial productivo de alimentos que podría contribuir a contener una demanda que estará en alza dentro de los próximos años.

"Nadie sabe qué país es el modelo a seguir. Tiene que haber otra fase de escucharse y escucharnos para no partir de cero continuamente y haya niveles rápidos de recuperación. La tendencia actual es que, si el escenario no cambia, en el 2030 habrá 640 millones de personas que pasen hambre. Y eso no podemos analizarlo sin pegarlo a la nutrición, que afecta a unas 3.000 millones de personas en el mundo que no se nutren correctamente porque el costo de hacerlo es mucho más alto", apuntó.

En ese marco uno de los temas que se siguen de cerca es el de la guerra entre Rusia y Ucrania y el tránsito de las cosechas a través del Mar Negro. “Se hizo todo el debate sobre los puertos de Ucrania y resultaba que dependía de los barcos que salían de ahí si nosotros íbamos a comer o no. En verdad, lo que quedaba en los depósitos era el 30% del trigo y los cereales, porque el 70% ya había sido distribuido. Y de ese 30% ya salieron algunos barcos”, remarcó Lubetkin.

“Las siembras iniciaron en junio y terminan en septiembre, donde se va a entender la perspectiva 2023. Hay que saber que este año hay seguridad alimentaria con precios más altos. Pero el año que viene no está seguro de que haya seguridad alimentaria”, alertó. ¿Las razones? Ambos países tienen una gran producción de granos e insumos agrícolas que en muchos casos no logran colocar en otros mercados.

“¿Por un lado está la producción limitada producto de las guerras, las tierras destruidas, la inmigración campo-ciudad y de la ciudad fuera del país. Y la pregunta vuelve a ser la misma: ¿dónde se colocan América latina y el Caribe en todo esto?”, se preguntó.

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La producción agrícola y la alimentación, ejes de la jornada que encabezó la FAO en la sede de Cancillería.

La producción agrícola y la alimentación, ejes de la jornada que encabezó la FAO en la sede de Cancillería.

Con el recuerdo del estallido de Sri Lanka a mano –“aumentaron los precios ante un Gobierno incapaz, más el desgaste que ya venía del pasado y luego se tuvieron que escapar el Presidente y el primer ministro”, recordó- Lubetkin expuso que la su sensación personal ante la problemática de la inseguridad alimentaria es que “los países están buscando y resolviendo de manera muy parcial”

“No diría al estilo Covid, donde cada uno resolvía como podía, pero tampoco en un marco de integración regional, porque la integración parece que solamente es en el comercio, etc. Esto también es integración”, pidió.

Inseguridad alimentaria: el pedido para la Argentina

Lo que entienden en la FAO latinoamericana es que los temas que manejan los ministerios económicos y agropecuarios de cada país tienen múltiples vasos comunicantes, con las diferencias de cada caso en particular. Por ejemplo: el desafío de producir más alimentos en Colombia puede toparse con la problemática de la guerrilla y el acceso a tierras en disputa, como también factores limítrofes con Venezuela. Para el caso argentino el vaivén de precios de los insumos agrícolas desde la importación es el principal problema, junto a la inflación.

“¿Cómo articulamos ese colectivo? Es un llamado fuerte que nosotros hacemos. Para que haya una fase nueva de integración de las urgencias reales. Y en eso uno de los temas que hablé con el Canciller Santiago Cafiero en la bilateral que tuve es que nosotros estamos convencidos de que la CELAC tiene que jugar un papel en el cual es el único órgano de diálogo y formal”, expuso Lubetkin.

Y recordó: “la presidencia está en manos de la Argentina, que tiene que jugar en esa dimensión”.

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El representante de la FAO durante la conferencia de prensa en el Palacio San Martín.

El representante de la FAO durante la conferencia de prensa en el Palacio San Martín.

-A fines del año pasado se supo que la Argentina había dado un salto en términos de inseguridad alimentaria. ¿Por qué sucedió aquello?

-Estamos hablando del 37% en el escenario del 2019-2021, que eran los niveles de inseguridad alimentaria aquí. Eso está por debajo de los promedios de América latina, que son del 40,6%. Es evidente que tiene que ver con la política social, con el escenario económico y el climático. Tiene que ver con el Covid también. No se puede hacer un análisis sacando estos temas que movieron la aguja severamente.

¿De qué se trató el memorándum con Chaco?

“Este es el primero de los acuerdos, pero el objetivo es desarrollar a las 23 provincias. Por eso todos los gobernadores tienen que tomar cartas en el asunto. Puntualmente lo que buscamos es que Chaco tenga capacidad de adaptación ambientalmente para su desarrollo agrícola y para garantizar los problemas alimenticios, y después todas las líneas que tienen que ver con bajar los números de hambre y pobreza, para que la gente pueda producir y se integren en la producción”, sintetizó Lubetkin en una rueda de prensa.

Quien también explicó cómo se aplicaría el programa fue el propio gobernador, Jorge Capitanich. Ante la consulta de A24.com Agro, el mandatario expresó que “uno de los componentes será recabar la información sobre la inseguridad alimentaria severa o moderada, y también un programa para paliar las enfermedades crónicas no transmisibles, como la hipertensión arterial o la diabetes. Y como tercer punto el desarrollo de una agricultura familiar”.

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La firma del memorandum de entendimiento entre la FAO y Chaco.

La firma del memorandum de entendimiento entre la FAO y Chaco.

Chaco actualmente posee 7.000 productores agropecuarios asociados en 105 consorcios de servicios rurales. El plan con la FAO es fortalecer esa actividad y generar estadísticas agrícolas que contemplen al clima y sus fenómenos, cada vez más extremos.

“También observamos a la inflación. Nosotros respaldaremos a toda política que tienda a reducirla porque eso obviamente tiene impacto en los ingresos de las familias”, remarcó el dirigente peronista, cercano a la Casa Rosada.

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