El campo, entre señales positivas, enojos con el Congreso y una sorpresiva declaración del secretario de Agricultura

Marcos López Arriazu
por Marcos López Arriazu |
El campo, entre señales positivas, enojos con el Congreso y una sorpresiva declaración del secretario de Agricultura
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Reunión del Gabinete Económico con el Consejo Agroindustrial (Foto: archivo).
Reunión del Gabinete Económico con el Consejo Agroindustrial (Foto: archivo).

La semana comenzó con algunas noticias que confirman que, al menos parcialmente, la mejora del precio internacional de los granos alivia las tensiones que los productores sintieron durante todo un año. Mayor ingreso de divisas, encuestas que predicen un mejor ánimo y nuevas reuniones del Consejo Agroindustrial con el Gobierno, dan algo de oxígeno. Sin embargo, la política sigue siendo considerada un riesgo para el negocio. En ese contexto, sorprendieron las declaraciones del secretario de Agricultura de la Nación rechazando la modificación a la ley de manejo del fuego.

El martes se conoció la liquidación de divisas de noviembre que, en cierta forma, resultó llamativa. No es que los productores hayan vendido mayor volumen, sino que el raid alcista de los precios en el mercado internacional hizo que las exportaciones dejaran más dólares.

El dato: se liquidaron 1.734 millones de dólares, apenas 1,09% más con respecto a octubre, pero a un abismo de la abrupta caída que se esperaba. De hecho, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), aseguraron que el ingreso de dólares de noviembre “es el más elevado para ese mes desde 2002, a excepción de 2014 y 2019, año este que desde las PASO de agosto disparó la inusual venta anticipada ante la previsión de incremento en las retenciones”.

De acuerdo con fuentes del sector, la suba se basó en "los mejores precios internacionales, además de la baja de los derechos de exportación implementada en octubre".

Es que entre agosto y noviembre, los valores FOB de los diferentes productos tuvieron importantes incrementos: el aceite de soja, 19%; el poroto, 23%; la harina, 36%; el maíz, 27%; y el trigo, 9%.

Estos datos dan más aire de cara a la reunión que el 9 de diciembre mantendrá el gabinete económico con los representantes del Consejo Agroindustrial Argentino, confirmada esta semana. El encuentro estaba pautado para el jueves 26 de noviembre, pero fue postergado por el fallecimiento de Diego Maradona.

Previamente, se están realizando dos reuniones de las mesas técnicas, donde se espera dar la puntada final al proyecto de ley para promover inversiones agroindustriales y la desburocratización del comercio exterior.

También podrían surgir novedades sobre economías regionales y carnes, que se sigue debatiendo.

Mayor confianza

Mientras tanto, la edición de noviembre de la encuesta Ag Barometer, del Centro de Agronegocios de la Universidad Austral, muestra la consolidación de una recuperación en la confianza de los productores iniciada en el mes de septiembre.

Gran parte de la mejora está vinculada con quiénes consideran que hoy es un buen momento para realizar inversiones. En este aspecto, el índice de noviembre es el segundo más alto de la serie desde que se computa la publicación (octubre 2018).

Pero estas condiciones de inversión, se basan mayormente en datos negativos de la macroeconomía, con alguna excepción:

  • Recuperación de la rentabilidad por aumento de los precios
  • Brecha cambiaria elevada
  • Poca atracción de las colocaciones en pesos
  • Bajas tasas de interés en términos reales

Por esto, muchos productores ven con buenos ojos la posibilidad de capitalizarse haciendo inversiones en activo fijo.

También es importante la recuperación de la confianza para los próximos cinco años: el 52% de los productores pronostica buenos tiempos para el sector.

Por su parte, el clima continúa siendo una seria preocupación. El 70% manifiesta ver condiciones muy o algo secas en su zona. Estos valores son similares a lo que ocurría en el relevamiento del mes de septiembre (con la excepción de un leve descenso en los productores que ven condiciones “muy secas”).

Si bien los cultivos de verano, soja y maíz, recién se están sembrando, el 59% de los productores cree que verá menores rindes en soja, y 56% en el caso de maíz. Sin embargo, cuando se consulta por los márgenes de ganancia esperados, la mayoría ve resultados mejores o mucho mejores a los del año pasado. Un 41% de los productores en soja y un 35% de los productores en maíz estiman tener márgenes mejores o mucho mejores. Esto se explica por la fuerte suba de precios de los últimos meses, que compensaría la expectativa de menor productividad.

El desafío de la política

Anualmente en los meses de noviembre, el Ag Barometer Austral mide los principales desafíos que enfrentan los productores para el próximo año y también en un horizonte mayor a cinco años. El clima constituye la principal preocupación (20%) para 2021, muy posiblemente condicionado por la situación climática actual que atraviesan los cultivos.

No obstante, todo lo referido a incertidumbre política y económica sigue teniendo un peso importante.

La incertidumbre económica, referida a inflación, tipo de cambio y nivel de actividad. fue señalada por 14% de los productores, en tanto la incertidumbre política por el 9%. También tienen relevancia otros aspectos que se repiten, tal como el financiamiento y acceso al crédito (8%) y las retenciones y presión impositiva (8%) entre las principales preocupaciones.

En noviembre de 2019, ante un inminente cambio de gobierno, las principales preocupaciones estaban relacionadas con la incertidumbre política (19%), financiamiento y acceso al crédito (17%) y retenciones (17%), mientras que el clima aparecía recién en cuarto lugar (15%).

Por último, al analizar los desafíos para los próximos cinco años, los productores siguen preocupados por el factor climático con un peso levemente menor que para la próxima campaña. La incertidumbre económica tiene un nivel similar al caso de un año (13%), y se observa que gana peso la incertidumbre política (12%). Otro tema interesante que surge es el de la adopción de tecnología (7%).

Mientras tanto, el Congreso

En las últimas semanas, los productores viven con temor distintas iniciativas que avanzan en el Congreso nacional.

El más mediático es el impuesto a la riqueza, que alcanzaría a miles de medianos productores y contratistas por sus bienes de trabajo, ya sean campos o maquinaria. Se espera una alta judicialización aunque, para evitar embargos o restricciones al financiamiento, mientras duran los litigios, probablemente muchos deberán deshacerse de su capital para afrontar los pagos.

Por también hay alarma por más iniciativas:

  • La ya aprobada Ley Yolanda, que obliga a capacitar en temas ambientales a funcionarios nacionales de los tres poderes del Estado. Convertida en ley, hay temor de que la capacitación recaiga sobre el ministerio de Ambiente, que viene promoviendo ataques discursivos directos contra muchas prácticas agropecuarias.
  • Ley de Humedales, que prohíbe las aplicaciones y restringe las prácticas productivas en muchas regiones del país.
  • Modificación a la ley de Manejo del fuego, que prohíbe por treinta años el cambio de uso de tierras productivas incendiadas. Se trata de un intento de solución simplista y tribunero de poner fin al complejo problema de los incendios rurales. Además, estigmatiza al productor, poniéndolo como culpable de la problemática.
  • Creación del Observatorio de Agroquímicos, que apunta a generar información pública sobre el uso de agroquímicos y su impacto en el ambiente y la salud. La principal crítica es que el Senasa ya cumple esa función.

Estas iniciativas se suman a diferentes leyes y disposiciones provinciales, municipales y judiciales que prohibieron aplicaciones o establecen distancias que dejan gran parte de las tierras productivas fuera del sistema.

En el medio de esa maraña legislativa, el secretario de Agricultura de la Nación, Julián Echezarreta, adelantó que su cartera observará una de las iniciativas. “Si bien todavía no nos pronunciamos (el Ministerio), no tenemos una opinión pacífica con respecto a la posible ley de manejo del fuego”, dijo el funcionario en declaraciones a Radio La Red (AM 910).

Echezarreta es un ex gerente general de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) y principal interlocutor de los productores cuando la política genera roces con el ministro Basterra.

Queda por saber si la opinión del funcionario es compartida por el ministro y qué poder de fuego tienen para tirar abajo un proyecto que lleva la firma de Máximo Kirchner.

El tiempo lo dirá. Y los productores evaluarán cuál es el futuro de la relación con el Gobierno.