Relaciones internacionales

Como siguen las relaciones entre Chile y la Argentina después del viaje de Milei

Milei y Boric no se pudieron ver en el viaje de un día que hizo el presidente argentino. ¿Cómo siguen las relaciones con el país trasandino?

Redacción A24.com
por Redacción A24.com |
Como siguen las relaciones entre Chile y la Argentina después del viaje de Milei

En medio de su reciente viaje al yacimiento gasífero de Vaca Muerta, el presidente Javier Milei, hizo una breve visita “de carácter privado” a Chile para participar en un acto organizado por la empresa Gas Andes.

Se trata de una compañía que administra el gasoducto que vincula a ambas naciones. Llamó la atención que en ese viaje no hubo una entrevista bilateral con el presidente de Chile, Gabriel Boric. "A pesar del pedido formal de audiencia con Boric, solicitado la semana pasada por el embajador argentino en Chile, Jorge Faurie, el encuentro no se producirá. Las gestiones, encabezadas por el vicecanciller Leopoldo Sahores, y el embajador de Chile en Buenos Aires, José Antonio Viera Gallo, no alcanzaron el éxito deseado", explicaron desde el Gobierno.

Se trató de una visita prácticamente decidida en el momento que no tenía lugar en la agenda protocolar del presidente chile. Según escribieron medios chilenos, el ministerio de Relaciones Exteriores planteó que se había enterado ese mismo 31 que el mandatario argentino cruzaría la cordillera.

Pero más allá de las cuestiones protocolares y de agenda, analistas internacionales advierten que hay una deriva geopolítica involucrada en los cambios de la matriz económica del planeta: por los conflictos en Europa Oriental y en Medio Oriente, el mercado de hidrocarburos está cambiando, ya que se encarece en el acceso a esas fuentes de provisión de gas y petróleo. Esto comienza a hacer económicamente relevantes los yacimientos de hidrocarburos que están ubicados en zonas políticamente más estables en el planeta.

Por eso, cambió la ecuación de provisión de combustibles y los flujos de inversiones. Pero esta alteración estructural y con efectos en el largo plazo también cambia las agendas geopolíticas de las naciones.

Atlántico vs. Pacífico

Chile está en este momento bajo la sombra de una tenaza de dos puertos. Por un lado, el megapuerto de Chancay en la República del Perú.

Según se describe en la descripción de ese emprendimiento, se trata de un puerto emplazado "... a 75 kilómetros de Lima, se va a convertir en el primer “hub” logístico chino para la vertiente del Pacífico de Latinoamérica. Es el único puerto en la región de la naviera estatal Cosco, que en su día fijó en El Pireo su puerta de entrada en Europa y ahora prepara su acceso de mercancías a Sudamérica a través de Chancay. La infraestructura supone una inversión de 3.000 millones de dólares".

Así es que esta obra de infraestructura en Perú se convierte en una amenaza directa a los puertos chilenos. Por otro lado, el futuro puerto gasífero de Punta Colorada, en la provincia de Río Negro.

Este puerto no es una competencia directa a ningún puerto chileno, pero los efectos estructurales son tan complejos como los del puerto de Chancay. En efecto, si el complejo de inversiones gasíferas llega a producirse en forma efectiva, esto supone un refuerzo de la proyección hacia el Atlántico de la economía argentina, al tiempo que un atractor para inversiones chilenos en el complejo industrial extractivo no hidrocarburífero no convencional de Vaca Muerta.

Esto podría conspirar contra planes de integración, que incluían una proyección de la economía argentina en la región Asia-Pacífico, utilizando como plataforma natural los puertos chilenos, e inclusive la posibilidad de un empleo masivo, e incluso una industrialización de hidrocarburos argentinos en la república transandina.

Un reciente informe de la consultora Wood Mackenzie señala la importancia que podría tener esta posibilidad: "El gran sustento de las necesidades gasíferas chilenas pasa por los compromisos ambientales de descarbonización del parque eléctrico, que todavía se mantiene en torno al 17% de la matriz. Más allá del fuerte crecimiento de las renovables, el sistema energético chileno necesita de la firmeza que podría aportarle el gas como insumo principal de la generación termoeléctrica".

La pregunta que se hacen los analistas es si todo eso no puede ser un motivo que aleje a la República de Chile, de algún proyecto de integración efectiva en el MERCOSUR, que parece un bloque económico claramente orientado a la proyección atlántica. Las descalificaciones ideológicas hecha por el presidente libertario hacia el gobierno chileno.

Es en ese sentido, que las líneas internas de cancillería señalan que la integración económica de la región -para aprovechar las ventajas comparativas de cada una de las naciones, y una estabilidad política continental exige un manejo profesional y desapasionado de las relaciones internacionales. De lo contrario, se producen estos choques con un significado geopolítico profundo y que podría impedir la integración que se viene desarrollando entre los países desde hace muchos años.

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