Sam Bankman-Fried, conocido en el mundo cripto como SBF, dijo en el tribunal que estaba preparado para ser enviado a Estados Unidos, por lo que su caso ahora irá al ministro de Relaciones Exteriores de Bahamas para su aprobación, según informó la agencia especializada Bloomberg.
"Deseo renunciar a mis derechos a los procedimientos formales de extradición", declaró Bankman-Fried, de 30 años, que se describió a sí mismo como un empresario y ejecutivo ante el juez de Bahamas.
Sam Bankman-Fried: ¿De gurú de criptomonedas a estafador?
De esta forma, se espera que SBF sea enviado a Nueva York, donde los fiscales federales lo acusaron de delitos, incluido el fraude relacionado con el colapso del intercambio de cifrado FTX y, en caso de ser declarado culpable, podría enfrentar decenas de años tras las rejas.
En su acusación, los fiscales estadounidenses afirmaron que el magnate de las criptomonedas también realizó lavado de dinero, violó las leyes de financiación de campañas y cometió fraude electrónico desde el inicio de su empresa, en 2019.
"Estaba orquestando un fraude masivo de años, desviando miles de millones de dólares de los fondos de los clientes de la plataforma comercial para su propio beneficio personal y para ayudar a hacer crecer su criptoimperio", dijeron los fiscales de los Estados Unidos durante su presentación.
Aunque inicialmente SBF dijo que lucharía contra la extradición, luego decidió cambiar de planes, en parte a la expectativa de que pueda obtener una fianza en Estados Unidos, según explicaron fuentes cercanas a Bloomberg.
Mientras tanto, desde que se le negó la libertad bajo fianza en una audiencia judicial la semana pasada, Bankman-Fried estuvo detenido en un centro penitenciario en las afueras de Nassau, conocido como Fox Hill.
Criptomonedas: cómo fue el colapso de FTX
FTX y alrededor de cien entidades relacionadas se declararon en bancarrota el 11 de noviembre, lo que causó una gran tensión en otras plataformas y organizaciones que, en su momento, impulsaron el éxito de las criptomonedas.
Se calcula que más de 1 millón de personas y empresas de todo el mundo fueron estafadas por FTX en una cifra aún no definida, pero que asciende a miles de millones de dólares.
De hecho, FTX debe a sus 50 mayores acreedores no garantizados un total de USD 3.100 millones, aunque esa es sólo la punta del iceberg de las demandas que está enfrentando.
Los investigadores consideran que FTX habría usado miles de millones de dólares de sus clientes para financiar arriesgadas apuestas a través de su firma de inversiones Alameda Research, sin consentimiento de sus clientes, y que llevaron al colapso de la empresa que, hasta hace menos de 2 meses, era una de las tres empresas de criptomonedas más grande del mundo.