Por Andrés Peña (*)
Por Andrés Peña (*)
El 9 de septiembre de 2022, se cumplió un año desde que la Ley Bitcoin comenzó a regir en El Salvador. Aquel país de Centroamérica, liderado por Nayib Bukele, ha conseguido cambiar la impresión que tenían de él en el resto del mundo.
Este hecho, que lo convirtió en la primera nación en considerar a Bitcoin una moneda de curso legal (apenas unos meses antes del criptoinvierno), ha revolucionado la vida de los salvadoreños, como también el deseo de quienes impulsan la adopción de las criptomonedas como sistema de pago.
Para Andrés Torres, economista y reportero de BeInCrypto en español, se pueden rescatar puntos positivos y negativos durante este período: “Si algo nos ha dejado claro este año, es la influencia que ha cobrado la criptomoneda, atrayendo consigo a toda una serie de inversores, turistas y personalidades internacionales”.
En un reportaje, publicado por Torres, mencionó que el panorama en el país sigue muy fragmentado, pero que también ha tenido “un fuerte apoyo de organizaciones en favor de Bitcoin, inversores, educadores y comunidades de Bitcoiners, como el Zonte”.
La medida de El Salvador coincidió con un período de crecimiento en el valor de la principal criptomoneda. De hecho, dos meses después, alcanzaría su precio máximo histórico cercano a los USD 69.000.
Pero, después de alcanzar esas cifras, el valor de Bitcoin comenzó a descender y las inversiones del Estado cayeron abruptamente. Según cifras del sector, se calcula que El Salvador compró un total de 2.381 BTC (USD100 millones). Por lo tanto, luego de retroceder un 70% desde su ATH en noviembre, sus posesiones en BTC hoy representan menos de 45 millones de dólares, lo que significa una pérdida considerable para sus reservas.
Para Mónica Taher, directora de Tecnología e Innovación Empresarial del Gobierno de El Salvador, al haber adoptado Bitcoin como moneda de curso legal, el país quedará en la historia como precursor de haber roto el status quo.
“Esto puede propiciar el comienzo de un nuevo sistema monetario internacional, algo que hasta cierto punto parece inevitable, aunque su constitución sea a largo plazo”, indicó.
Taher también destacó que el país ha disfrutado de un incremento del 80% en el turismo, y muchas empresas han migrado a El Salvador. Con esto, han abierto oficinas y generado nuevos empleos.
“A nuestro país ya no se le conoce como la capital de las pandillas, sino, la de la libertad económica. Muchos emprendedores que antes dependían de préstamos de parte de la depredadora industria usurera con sus tasas de interés, podrán tener acceso a préstamos de empresas como ACUMEN, que serán respaldados por monedas estables”, explicó Taher.
Además, aseguró, el país está cambiando y los beneficios se podrán cuantificar a través de los años, ya que el proceso de adopción de Bitcoin (BTC) será paulatino. En cualquier caso, Torres plantea que el ejemplo salvadoreño ha servido de inspiración para otras comunidades, como Bitcoin Lake en Guatemala y Bitcoin Valley en Honduras.
La directora de Tecnología e Innovación Empresarial aclaró que las personas poco familiarizadas con El Salvador, quizás piensan que el gobierno se lanzó a ciegas a tener un avance tecnológico en el 2021, momento en que se adoptó la Ley Bitcoin.
Sin embargo, detalló, “la Agenda Digital de nuestra Secretaría de Innovación ya mostraba los cambios que como país emprenderemos para la modernización del Estado y cualquiera puede acceder a conocerlos en nuestra web”.
No obstante, por su parte, Torres remarca la necesidad de que la población local muestre interés en Bitcoin. Y, para que esto suceda, es necesario que esté informada acerca de sus beneficios: “Podemos ver que Bitcoin aún presenta cierta complejidad para las personas en el día a día, y es por ello que aún predomina el dinero fiat”.
A su vez, Miguel Klagges, presidente de la Asociación Chilena de Criptotecnologías (ACHICRIP) y miembro de la Alianza Blockchain Iberoamérica, comentó que la adopción en El Salvador se ha fortalecido en gran medida gracias a la inversión extranjera, debido a que el país salvadoreño se considera como la “Nación Bitcoin”, donde las puertas están abiertas a la innovación y el emprendimiento en torno a las finanzas descentralizadas.
“En este sentido, el resto del mundo haría bien en atreverse a seguir los pasos de El Salvador y reconocer que el Bitcoin nos da algo que vale mucho. No me refiero a su precio, sino a poder contar con certeza sobre su política monetaria y confianza en los números como sistema económico. Esto, finalmente, nos permite planificar a largo plazo, lo cual es muy valioso en un mundo lleno de incertidumbre e inestabilidad económica”, señaló Klagges.
En definitiva, la decisión de El Salvador quedará en la historia mundial reciente, demostrando que un país puede apostar de lleno con las criptomonedas.
De todos modos, sin bien la educación sobre los usos y beneficios de Bitcoin (BTC) parece estar aún en deuda, es algo que tanto el gobierno como las comunidades esperan solucionar.
(*) El autor es periodista científico de Santiago de Chile, con larga experiencia en la divulgación de temas relacionados con la industria de las criptomonedas.