El colapso y quiebra de la plataforma de criptomonedas FTX produjo un efecto contagio en otras empresas del sector, con algunas de ellas prohibiendo el retiro de fondos y otras enfrentándose a una crisis de confianza.
Bitcoin y Ethereum en retroceso: el mercado de criptomonedas experimentó más de USD 515 millones en posiciones largas liquidadas en las últimas 24 horas. (Foto Pierre Borthiry Peiobty - Unsplash)
El colapso y quiebra de la plataforma de criptomonedas FTX produjo un efecto contagio en otras empresas del sector, con algunas de ellas prohibiendo el retiro de fondos y otras enfrentándose a una crisis de confianza.
Tras una corrida y un déficit en sus finanzas de alrededor de USD 8.000 millones, FTX -una de las plataformas de intercambio de criptomonedas con mayor participación del mercado- entró en quiebra y en el mercado se encendieron las alertas que provocaron el retiro masivo de fondos en algunos de los exchanges más reconocidos.
En el caso de Binance, el sitio más conocido del mundo para estas operaciones, los usuarios retiraron cerca de USD 1.35 mil millones en Bitcoins, según reportó el medio especializado CoinDesk.
Tanto Binance como otras plataformas como Crypto.com buscaron llevar calma a los usuarios a través de comunicados que detallaban el manejo de sus activos y asegurando a sus clientes que no tenían que preocuparse por el uso de las mismas.
Sin embargo, la corrida siguió y las reservas de Bitcoin, Ether y algunas stablecoins cayeron a los niveles más bajos desde 2018, según datos de la firma analítica CryptoQuant, publicados por la agencia Bloomberg.
De acuerdo a los analistas financieros, varias de las plataformas de criptomonedas fallaron en sus intentos de transparencia. Los informes omiten sus pasivos y tampoco fueron auditados externamente, a la vez que la sola mención de sus cantidades de reservas, solamente ofrecen “una foto de un momento”.
En ese sentido, y luego de los cuestionamientos, Binance prometió publicar un informe completo y auditado de sus activos y pasivos en las próximas semanas. Mientras que el CEO de Bybit, Ben Zhou, le pidió a la industria “colaborar conjuntamente y ayudar a tranquilizar a los clientes y a los gobiernos”. Al respecto, las voces son unánimes: sólo una auditoria completa permitiría restaurar la confianza en el sector.
Por otro lado, también se cuestiona que la mayoría de estas plataformas operan al mismo tiempo como corredores, custodios y espacios de intercambio, por lo que el colapso de una puede diseminarse fácilmente, en efecto dominó al resto.
Todo lo contrario a lo que ocurre en el sector financiero tradicional, donde estas funciones suelen ser repartidas en distintas firmas, las cuales están reguladas, operando muchas de ellas públicamente en bolsa.
Y el colapso de FTX ofreció una prueba de ello: la plataforma británica Quantia frenó días después el retiro de fondos por su exposición a la firma de Sam Bankman-Fried.
Lo mismo ocurrió con Genesis, una de las plataformas cripto más antiguas, que dispuso suspender temporalmente los retiros y las nuevas emisiones de préstamos en criptomonedas, debido a “solicitudes de retiro anormales”.
El mismo día, la bolsa Gemini limitó los retiros de su programa “Earn” mientras que el prestamista BlockFi, también expuesto a FTX, cerró el grifo para retiros y podría presentar la quiebra en los próximos días.
Del mismo modo, la francesa Coinhouse -que tiene entre sus asociados a Genesis- bloqueó sus retiros argumentando “tensiones globales en el mercado y una presión sobre la liquidez”, según reportó la agencia AFP.
En este contexto inquietante, muchos aseguran que todavía no se observa la real dimensión del efecto contagio por el colapso de FTX.
Al respecto, los especialistas compararon la situación con la crisis financiera del 2008 y la caída del banco Lehman Brothers, recesión que llevó a establecer divisas salvaguardas en el sistema financiero estadounidense para evitar nuevas reincidencias.
De momento, sólo el tiempo dirá si la crisis en el sector llevará a su derrumbe o a nuevas regulaciones.