Libros recomendados

Cristina Peri Rossi en 10 frases y poemas

La escritora uruguaya fue amiga de Julio Cortázar y es una de las voces más potentes de la poesía latinoamérica, ayer se llevó el Premio Cervantes, el más importante de la lengua española
Cristina Peri Rossi y Julio Cortázar 

Cristina Peri Rossi y Julio Cortázar 

Audio nota
Escuchá la nota completa.
1 1.5 10 10

Powered by Thinkindot Audio

Narradora, ensayista, poeta, traductora y periodista, Peri Rossi (Montevideo, 1941) tiene una obra ampliamente reconocida, también como activista política. Vinculada al boom latinoamericano por novelas como "La nave de los locos", recibió el premio Loewe de poesía por el libro "Playstation" y ganó la Beca Guggenheim entre tantísimas distinciones que recibió por su lenguaje despojado y preciso, donde el erotismo se tornó una decisión estética que rompió cánones y mostró una literatura poderosa.

1. "Se le ocurrió que los psicoanalistas varones eran como machos cabríos: les gustaba tener una manada de mujeres dependientes, sumisas, frustradas, que trabajaban para él y lo consultaban acerca de todas las cosas, como si él fuera el gran macho, el macho Alfa, el patriarca, la autoridad suprema, Dios"

Del libro Te adoro y otros relatos

2. "Le dije que me gustaba, y quedé insatisfecha. La verdad era que a veces no me gustaba nada, pero no podía vivir sin ella. Le dije que la quería, pero también quiero a mi perro. Después le dije que la amaba, pero mi incomodidad fue mayor aún […] decidí prescindir del lenguaje, entonces me acusó de no querer comunicarme. Desde hace unos años, sólo existe el silencio. Encuentro, en él, una rara ecuanimidad: la de los placeres solitarios"

Del libro El museo de los esfuerzos inútiles

3. "Todos estábamos inmóviles, callados: la inmovilidad y el silencio eran los fundamentos de nuestra educación moral, social y cívica, por oposición al movimiento y a la palabra, factores, como todo el mundo sabe, de dispersión, convulsión y subversión políticos"

Del libro La rebelión de los niños

4. "Del presente recordaremos sólo aquello que la memoria quiera conservar, pero ella no es libre, se trata también de una memoria oprimida, de una memoria condicionada, tentada a olvidar, una memoria postrada y adormecida, claudicante. Aunque he tratado de mejorar su funcionamiento mediante varios ejercicios, no logré gran resultado. Estoy seguro de que si a nadie se le hubiera ocurrido inventar la escritura, gozaríamos de una memoria en mejor estado. Pero con la excusa de la palabra escrita, se ha vuelto tan perezosa que se pasa la mayor parte del tiempo durmiendo o distraída"

Del libro La rebelión de los niños

5. "Tenemos prohibido salir con escritores. El editor dice que la neurosis es contagiosa"

Del libro La nave de los locos

6. "Nuestro trato convencional con los seres que nos rodean es con frecuencia desatento, ritual, poco sensible. Entre cada uno de nosotros y los demás se erige una montaña de objetos que nos separan, ofician como verdaderos tabiques que nos condenan a la soledad, tumba y oasis de nuestras aspiraciones. A menudo hasta la taza de té que ofrecemos al visitante es, al mismo tiempo que un gesto de cortesía, una forma distanciadora de señalar nuestros respectivos espacios".

Del libro El museo de los esfuerzos inútiles

7.Bitácora

No conoce el arte de la navegación

quien no ha bogado en el vientre

de una mujer, remado en ella,

naufragado

y sobrevivido en una de sus playas.

De Linguística general

8. La pasión

Salimos del amor

como de una catástrofe aérea

Habíamos perdido la ropa

los papeles

a mí me faltaba un diente

y a ti la noción del tiempo

¿Era un año largo como un siglo

o un siglo corto como un día?

Por los muebles

por la casa

despojos rotos:

vasos fotos libros deshojados

Éramos los sobrevivientes

de un derrumbe

de un volcán

de las aguas arrebatadas

y nos despedimos con la vaga sensación

de haber sobrevivido

aunque no sabíamos para qué.

De Babel bárbara

9. Afrodita

Y está triste

como una silla abandonada

en la mitad del patio azul

Los pájaros la rodean

Cae una aguja

Las hojas resbalan

sin tocarla

Y está triste

en mitad del patio

con la mirada baja

los pechos alicaídos

dos palomas tardas

Y un collar

sin perro

en la mano

Como una silla vacía.

De Diáspora

10. Escoriación

Herida que queda, luego del amor, al costado del cuerpo.

Tajo profundo, lleno de peces y bocas rojas,

donde la sal duele, y arde el yodo,

que corre todo a lo largo del buque,

que deja pasar la espuma,

que tiene un ojo triste en el centro.

En la actividad de navegar,

como en el ejercicio del amor,

ningún marino, ningún capitán,

ningún armador, ningún amante,

han podido evitar esa suerte de heridas,

escoriaciones profundas, que tienen el largo del cuerpo

y la profundidad del mar,

cuya cicatriz no desaparece nunca,

y llevamos como estigmas de pasadas navegaciones,

de otras travesías. Por el número de escoriaciones

del buque, conocemos la cantidad de sus viajes;

por las escoriaciones de nuestra piel,

cuántas veces hemos amado.

De Descripción de un naufragio

Se habló de
s