Durante el encuentro, Gallardo explicó que muchos de los jugadores que regresaron desde el exterior lo hicieron con una adaptación pendiente al nivel de exigencia de River. “Ni Pezzella, ni Acuña ni Montiel jugaron en un club de la envergadura como es River. River es mucho más grande que muchísimos clubes de Europa”, comentó Gallardo, según relató Costa Febre.
También apuntó a Sebastián Driussi, de pasado reciente en la MLS: “Es otra cosa. Es un campeonato totalmente diferente. Terminás de jugar, no te importa el resultado, ganás o perdés y volvés a la felicidad de tu familia”.
Más allá de lo futbolístico, Gallardo se sinceró con Lito y compartió aspectos más personales de su presente: “Me contaba que se está reconstruyendo porque ha tenido dos pérdidas afectivas y de amor muy importantes. Una: la muerte de su padre. La otra: la muerte de su representante de toda la vida”.
Además, el Muñeco dejó entrever su visión crítica del futbolista actual: “Hoy el jugador va dos horas al entrenamiento, se sube al auto y está cuatro horas con el celular. Antes, el futbolista pensaba las 24 horas que era futbolista”.
Pese al difícil contexto, Gallardo no pierde la fe. Está convencido de que podrá encontrar la mejor versión de un plantel con jerarquía, aunque necesita tiempo. Tiempo para el equipo y también para él mismo.