La tensión entre los pilotos y la dirigencia de la FIA ha crecido en los últimos meses, sobre todo por los desacuerdos con el presidente Mohammed bin Sulayem. Russell reconoció que ese costado político de su día a día “se ha vuelto más demandante de lo esperado”. Aunque aclaró que la mayor carga recae sobre Wurz y Fowle, admitió que los pilotos se involucraron más por lo “divisivo” del contexto.
La entrevista también permitió un repaso sobre su vínculo con Lewis Hamilton, que este año se marcha a Ferrari. “Nuestra relación se ha vuelto más cercana. Volamos juntos a veces y hablamos más fuera de la pista. Lewis es alguien cuya compañía disfruto. Está en una etapa muy distinta de su carrera y me ayuda tenerlo cerca”, confesó.
Sobre haberlo superado en dos de las tres temporadas como compañeros, Russell evitó profundizar, pero dejó clara su mentalidad competitiva: “No tengo miedo de ser compañero de nadie. Cuando llegué, Lewis era el piloto más deseado. Siempre creí en mí”.
En tiempos donde la Fórmula 1 busca acercarse al público desde ángulos más íntimos, la existencia de ese chat colectivo suma una capa de humanidad al mundo de los monoplazas. Allí conviven risas, debates técnicos, decisiones políticas y, quién sabe, tal vez hasta algún meme que nunca verá la luz.