

Las paradojas en Argentina: sube la soja pero los bonos domésticos no encuentran piso. Las restricciones cambiarias desde la Comisión Nacional de Valores o el Banco Central (BCRA) muestran que el Gobierno no halla límites en lo que a la regulación del mercado se refiere. En el tradicional contacto semanal con el experto financiero que se escuda detrás del seudónimo de José Tasa, se abordaron los temas que desvelan a inversores. Desde Miami, donde se halla recluido aporta, además, datos de lo que serán los primeros pasos de Biden en materia económica, con su desembarco en la Casa Blanca esta semana.
Las paridades están cerca de los mínimos pos canje. La deuda en dólares es muy elevada en porcentaje al PBI, superando el 80% del total. El déficit fiscal sigue siendo alto y en 2021 difícilmente baje de 4,5% del PBI lo que significa más emisión de pesos o más deuda. Las reservas del BCRA no se recuperan. En lugar de corregir y alentar la oferta de dólares, en Argentina castigamos a los que generan divisas, como los exportadores.
José Tasa: Sólo un mínimo gesto entre tanto descalabro. Lo mismo que con las exportaciones incrementales de autos. Una gota en el océano. Pero los problemas son muchos para los exportadores. No se olvide que muchos de ellos importan y, por ende, se les complica el acceso a los dólares. La presión impositiva es altísima.
Pero volviendo al tema de la deuda, la falta de acuerdo con el FMI le puede dar un golpe adicional a los precios de los papeles. Le repito lo que es para mí, el escenario más probable de este 2021: en mayo default con el Club de París y en septiembre el gobierno decide si puede pagar u$s 1800 millones al Fondo o bien entra también en default en la previa de las elecciones legislativas. No hay incentivo alguno para tener bonos argentinos. Sólo que están baratos en cotización. Pero pueden estar más baratos a medida que crezca la impresión entre inversores de que el gobierno de Alberto Fernández no va a lograr para mayo un acuerdo con el FMI. Y tampoco para septiembre.
No hay voluntad de arreglo por parte de Kicillof. Se demora el proceso innecesariamente. Guzmán sigue emitiendo deuda y la semana pasada empapeló el mercado con casi $60 mil millones a una tasa cercana al 40% anual. No debería festejar demasiado esa tasa dado que parte de la demanda son organismos oficiales como el ANSES y otra parte son inversores “presos en el peso” como compañías de seguro y otros inversores institucionales que no pueden canalizar fondos por regulaciones en otros activos. Otro tema que debería empezar a preocupar a Guzmán es el salto en el IPC. La deuda que ajusta por CER se incrementa a un ritmo del 4% mensual.
En paralelo tienen que descongelar precios que estuvieron congelados en 2020 como la nafta o tarifas. Ahora lo que está haciendo el BCRA con su política cambiaria y con YPF es inédito. Aún con la suba de las naftas, YPF cerró con una caída semanal de 11% afectada porque el BCRA no le da dólares para afrontar vencimientos de deuda y la obliga a una reestructuración de su deuda. Lo único bueno en la Bolsa fue CRESUD que trepó 28% de la mano de la soja.
José Tasa: Así es. Acabo de escuchar al ex secretario del Tesoro norteamericano en la gestión Clinton Larru Summers en Bloomberg TV. Señaló algo interesante que es el el nuevo paquete de estímulo que propone Biden de 1,9 billones de dólares es cinco veces mayor al necesario. Habla de que puede generar un recalentamiento de la economía pero lo importante es que cambiará el debate central en Wall Street.
El único inconveniente es que puede demorarse este paquete de medidas entre tres y cuatro meses en ser aprobado. Es mucho tiempo. Igual Goldman Sachs ya está revisando al alza los pronósticos de crecimiento de la economía de EE.UU. Y China en el último trimestre del año crecería 6,2% contra el 4,9% que se estimaba. El país donde surgió el COVID-19 cerraría el 2020 con un crecimiento de 2,1%. Increíble.