¿Quién ganará en este enfrentamiento? Una ilusión entre el ala optimista del mercado es que detrás de esta pelea, está la desaparición del kirchnerismo para las elecciones presidenciales del 2023. Los mercados, tal como sucedió el lunes pasado tras las PASO, festejan la derrota del kirchnerismo. Pero la contracara de esta visión optimista es lo que puede suceder en el corto plazo.
El peor escenario en este sentido es un default con el FMI. En diciembre, tras las elecciones legislativas, el país tiene que girarle al organismo internacional u$s 1.800 millones. Con reservas en baja, difícilmente se ordene el desembolso si no hay un acuerdo a la vista. Ya en marzo, los vencimientos ascienden a u$s 4.030 millones, impagables por la situación de reservas del BCRA.
Así, el mercado se debate entre los festejos por el derrumbe del kirchnerismo en las elecciones y el final de las políticas anti empresas, y el temor por lo que pueda suceder en el corto plazo.
Lo único cierto es que habrá ruido y que el verano 2022 puede ser más caliente de lo habitual no sólo por lo político y el temor a un default con el FMI: la economía muestra altas inconsistencias acumuladas como una brecha cambiaria de casi 90%, un alto rojo fiscal, inflación interanual de 50%, tarifas atrasadas, dólar oficial rezagado. Demasiado.