La herencia

Fin de las microdevaluaciones al dólar: ¿podrán evitar la macrodevaluación?

Guillermo Laborda
por Guillermo Laborda |
Fin de las microdevaluaciones al dólar: ¿podrán evitar la macrodevaluación?

El presidente del BCRA Miguel Pesce dio un giro en su estrategia sobre el dólar: desde hoy abandona las “micro devaluaciones” de entre 6 a 9 centavos por día y promete imprimirle “mayor volatilidad” a su cotización.

Aplica suba de 1% hoy pero la duda que surge inmediatamente es sobre si las variaciones no serán mayores en las jornadas por delante. Es lo que sucedió en enero de 2014, cuando se comenzó por "micro devaluaciones" y se terminó con alza de 23% en el valor del dólar.

El riesgo es que esa volatilidad sólo sea un continuo camino ascendente. Las medidas diseñadas ayer desde el Ministerio de Economía y desde el BCRA dejaron al desnudo la escasez de reservas internacionales y la necesidad de sumar divisas de forma urgente o por lo menos dejar de perderlas.

¿Podrán revertir la tendencia? La situación se plantea muy complicada. Difícilmente aparezca la oferta de dólares: ¿cuántos inversores se van a pasar a pesos cuando las tasas de interés son inferiores a las expectativas de devaluación?

Las operaciones a futuro en el MATBA Rofex, el tradicional mercado de operaciones a término, se vienen efectuando con una tasa implícita del 50% anual, tasa que es mayor si las operaciones se canalizan en Nueva York.

Para fin de diciembre, en el MATBA ROFEX, el dólar se negoció a $85,25. El rendimiento de las Leliq hoy es de 38% anual. EL BCRA informó ayer que las tasas de los pases pasivos, operaciones a un día, se elevan de 19% a 24% anual. Poco para calmar a estados alterados.

Un camino más sano inclusive hubiera sido el de trabajar sobre las expectativas de devaluación existentes en la plaza. Las mismas se hayan motorizadas por la fuerte emisión de pesos, de $100.000 millones en septiembre y las expectativas de que a futuro esa emisión se acentúe.

El Presupuesto 2021 presentado al Congreso es una invitación a la compra de dólares: un déficit fiscal primario de 4,5% del PBI con financiamiento en su mayoría por parte del BCRA, es decir una mayor emisión, es otra invitación a la compra de dólares.

Apuntar a un rojo fiscal menor, del 3% del PBI hubiera tenido mejor repercusión en mercados. La austeridad fiscal en la Argentina tiene impacto positivo.

El ministro Guzmán plantea una negociación con el FMI a paso lento, al mismo ritmo que tuvo su negociación con los bonistas. Un entendimiento con el organismo internacional claramente reduce la expectativa de devaluación.

Hace 48 horas el directorio del FMI aprobó un acuerdo por 27 meses con Ecuador por un monto equivalente a u$s 6.500 millones. En el comunicado oficial del FMI destacaron que “el programa tiene como objetivo proteger vidas tras la pandemia del COVID-19 y continuar apoyando los esfuerzos de Ecuador para estabilizar la economía”.

Así, en apenas cinco meses, ese país cerró un entendimiento con los bonistas y ese organismo internacional. En el gobierno argentino, las perspectivas son de un acuerdo recién para marzo en el mejor escenario. Demasiado tiempo.

Como en la negociación de la deuda, también Guzmán adoptó medidas sin consensuarlas con los involucrados. La reducción de las retenciones a la soja de apenas tres puntos porcentuales por tres meses no es un aliciente como para que productores se vuelquen a vender sus granos.

A esta altura del año, el productor que necesitaba liquidez ya vendió su tenencia de soja. Lo que tiene ahorrado en silobolsas no tiene urgencia en venderlo. Cual ahorrista con dólares en el colchón, el productor, con la expectativa de devaluación mayor al rendimiento en pesos, opta con conservar su tenencia en soja.

Y normalmente la soja almacenada en silobolsas puede mantenerse de 12 a 15 meses tranquilamente. Por ello es que salvo que haya fuertes incentivos, el productor mantendrá su tenencia hasta la próxima cosecha en marzo-abril, cuando entonces decida vender su producción del 2020 y mande a silobolsa la de 2021.

Nuevamente es clave reducir las expectativas de devaluación para revertir esta tendencia.

Por último, Guzmán y Pesce ahondaron en medidas con poco impacto cambiario. Las bajas en retenciones a la industria, las operaciones de yuanes a futuro, la promesa de darle dólares al tipo de cambio oficial a quien hoy invierta en el país figuran entre las anunciadas ayer.

El final de esta nueva batalla con el dólar sigue abierto: las municiones con las que cuentan Miguel Pesce y Martín Guzmán son reducidas. Desde hoy rige el nuevo esquema de darle “volatilidad” al dólar. Los tiempos se acortan.

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