Una carrera contra el reloj
El fantasma de la hiperinflación está rondando y lo cierto es que el riesgo existe. La inflación ya está corriendo a una velocidad de tres dígitos, pero todavía se puede evitar lo peor. Los pasivos remunerados del Banco Central de la República Argentina (BCRA) -lo que tiene adentro el Banco Central- están totalmente desbordados y equivale a tres veces toda la base monetaria, a todo el dinero que hay en circulación. Los pasivos ya lo triplican.
La contracara de todo esto es que no hay reservas, porque si las hubiera habría chances de manejar los pasivos. El dato fiscal de julio es alentador porque los ingresos superaron los gastos. De todas maneras, el objetivo de alcanzar el 2.5% déficit primario acordado con FMI parece muy difícil de cumplir; muchos especulan con que el equipo económico deberá renegociar esta meta.
Para el economista Pablo Goldín, director de Macroview, aunque está claro que el desorden macroeconómico es integral, la urgencia es cambiaria y la prioridad es evitar la devaluación. “Devaluar en Argentina es tener por lo menos 3, 4 ó 5 meses de alta inflación; si ya estamos con 6-7 % por mes, un salto cambiario genera una dificultad política y social”.
Para abordar esta idea, durante la última emisión de ¿Qué hacemos con los pesos? se recordó la visita del actual Viceministro Gabriel Rubinstein, en el programa emitido el 2 de julio, quien al respecto decía:
"No creo que haya devaluación. Aparte hay que tener cuidado con eso porque cuando decimos que el tipo de cambio está atrasado, es claro porque hay una brecha. Pero también estamos señalando a los salarios que también están un 25% abajo. Y la realidad es que no pueden estar los dos atrasados. No pueden estar los dos atrasados al mismo tiempo porque son la base de los precios relativos, salarios y dólar. Es fácil decir que está atrasado porque hay una brecha del 100%, pero también es fácil decir que los salarios están atrasados porque están 25 % más abajo. Para mí están los dos más o menos equilibrados porque Argentina perdió productividad y es lógico que los salarios estén bajos. No esperemos una devaluación”.
En este sentido, Pablo Goldín subraya que a nivel político, ésta es la premisa porque “en lo único que están de acuerdo hoy el Presidente, la Vicepresidente y el Ministro Economía es en que no quieren devaluar. Pero querer no es poder”.
¿Cuánto durará el veranito económico?
A continuación se marcan seis puntos clave a los que habrá que prestar atención durante los próximos 60 días, para poder analizar el rumbo que irá tomando la economía.
1- Que el BCRA compre dólares.
2- Que suban un poco las reservas del BCRA.
3-Que la tasa inflación, que en agosto que va a estar entre 6% y 7%, sea en septiembre más baja y en octubre sea más baja que en septiembre. Por lo menos que se estabilice en 4% o 5% mensual.
4-Que la política no haga raras interferencias.
5-Que lo social se mantenga más o menos controlado. Con estas tasas de inflación no va a ser tan fácil.
6-Ver qué pasa cuando venga el FMI a auditar las cuentas.
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