Iban 32 minutos del primer tiempo en Barranquilla cuando se produjo la gran polémica del partido entre Junior y Boca por la Copa Libertadores. El árbitro ecuatoriano Roddy Zambrano le cobró un inexistente penal a Wilmar Barrios. Lo pateó Carlos Ruiz. Agustín Rossi lo atajó y en el rebote Ruiz marcó el gol.