Por su parte, en el área de Tel Aviv, centro económico de Israel, las alarmas volvieron a sonar ante la inminencia de una respuesta armada desde Gaza y obligó a sus habitantes esconderse en refugios.
En la madrugada, más de 120 cohetes lanzados desde el enclave palestino encendieron las alertas en el sur y el centro de Israel, donde varias personas resultaron heridas porque no pudieron alcanzar a tiempo sus refugios antiaéreos. "Hombres, mujeres, niños y ancianos se encuentran actualmente refugiadas, protegiéndose de los cohetes que van dirigidos contra ellos", dijeron las Fuerzas de Defensa israelíes.
En el medio de la escalada de violencia, aunque no a causa de los bombardeos, al menos 60 israelíes sufrieron heridas cuando se desplomó la tribuna en una sinagoga de la ciudad de Givat Zeev, a pocos kilómetros de Jerusalén .
Los heridos que participaban en la ceremonia del inicio de la festividad judía de Shavuot.
Israel, mientras tanto, bombardeó la casa del jefe político de la organización palestina Hamas en la Franja de Gaza, en una nueva escalada en sus ataques contra el movimiento islamista.
El domicilio de Yahya Sinwar y el de su hermano, Mohamad, jefe de logística de Hamas, fue blanco del ejército israelí y ocasionó graves daños.
Fuentes de seguridad palestinas confirmaron el ataque a la vivienda de Sinwar, jefe del buró político de Hamas en Gaza, donde viven dos millones de habitantes.
El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el general de brigada Hidai Zilberman, dijo a la prensa que Sinwar salió en el ataque aéreo
Desde el 10 de mayo, cuando comenzó el nuevo ciclo de violencia en esa región de Medio Oriente, por lo menos 174 palestinos, entre ellos 47 niños, y 10 israelíes murieron como consecuencia de los bombardeos disparados a uno y otro lado de la Franja.
Los israelíes y palestinos desconocieron hasta ahora los llamamientos internacionales para el cese del conflicto mientras se intensificaron las conversaciones diplomáticas en el ámbito de Naciones Unidas.
El ministro palestino de Relaciones Exteriores, Riyad Al-Maliki, denunció hoy en la reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU la "agresión" de Israel contra el "pueblo palestino" y sus "lugares sagrados", en tanto que el gobierno israelí acusó a Hamas de haber "premeditado" el conflicto.
"Algunos no quieren usar estas palabras (crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad), pero saben que es la verdad", dijo Al-Maliki.
"Hamas eligió acelerar las tensiones, usándolas como pretexto para iniciar esta guerra", respondió dijo el diplomático Gilad Erdan en una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU para analizar la situación en Medio Oriente.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, expresó que "debe cesar inmediatamente este insensato ciclo de derrame de sangre, de terror, de destrucción" en Medio Oriente, porque puede "desatar una incontrolable crisis".
En la reunión del Consejo de Seguridad, el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, invitó a representantes de Israel y Palestina a mantener en China las negociaciones directas.
El nuevo conflicto estalló tras el lanzamiento desde Gaza de cohetes contra Israel en respuesta a los cientos de palestinos heridos por la policía israelí en la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén Este.
Los disturbios ocurridos en la explanada, que es el tercer lugar santo del Islam, fueron la culminación de fuertes tensiones y enfrentamientos en Jerusalén Este, debido, especialmente, a la amenaza de expulsión de familias palestinas a favor de colonos judíos en un barrio de la Ciudad Santa.
En su territorio, Israel también se enfrenta a una violencia sin precedentes y a amenazas de linchamiento en sus ciudades "mixtas", donde viven judíos y palestinos con ciudadanía israelí.
En tanto, el secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió a ambos bandos en conflicto que “los ataques indiscriminados contra civiles violan las leyes internacionales”.
Por su parte, organizaciones humanitarias, entre ellas Amnistía Internacional, pidieron al Tribunal Penal Internacional, que investiga los presuntos crímenes cometidos por el Ejército israelí y las milicias palestinas en la región durante los últimos años, que incorpore los últimos casos de bombardeos masivos.
El Ejército israelí aumentó los bombardeos sobre la Franja de Gaza, con más de un millar de operaciones aéreas, mientras las milicias de Hamas han redoblado el disparo de cohetes tras cerca de tres millares de lanzamientos. Desde la guerra de 2014, que se prolongó durante dos meses, ambas partes no se habían enfrentado con tanta intensidad.
Este sábado, uno de los ataques aéreos israelíes derribó un edificio de 12 pisos en Gaza que albergaba las oficinas de la agencia de noticias estadounidense Associated Press y de la cadena de televisión catarí Al Jazeera.
También una clínica de Médicos sin Fronteras (MSF) en Gaza resultó dañada por un bombardeo de la aviación israelí.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llamó por teléfono este sábado al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a quien le expresó su “preocupación por la seguridad de los periodistas” y lamentó las muertes de israelíes y palestinos, “incluidos niños”.
Biden, además, le reiteró el respaldo de su gobierno al “derecho de Israel a defenderse” contra los ataques de Hamas.
El mandatario estadounidense también dialogó por teléfono con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, a quien pidió que contribuyera a calmar la situación y le expresó “la necesidad de que Hamas deje de disparar cohetes hacia Israel”.