Cambio Climático

Cambio climático: por qué el freno de la corriente del Atlántico puede hacer colapsar a la humanidad

Los científicos advierten que la corriente del Atlántico Norte, que actúa como el centro de regulación para el frío y el calor en el Planeta está por detenerse.
Roberto Adrián Maidana
por Roberto Adrián Maidana |
Los científicos advierten que la corriente del Atlántico Norte

Los científicos advierten que la corriente del Atlántico Norte, que actúa como el centro de regulación para el frío y el calor en el Planeta está por detenerse. 

Corremos el riesgo de quedarnos sin motores en medio de una travesía clave para nuestras vidas. Algo así como quedarse sin combustible en el auto en la mitad de un camino desértico y peligroso. Ese es el nivel de alarma que dio el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas.

Se trata de la posible parálisis de la corriente del Atlántico Norte, el ciclo de corrientes frías y cálidas que se alternan durante el año y que permite la regulación del clima en todo el Planeta.

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Si llegara a detenerse, como alertan los científicos, esa renovación que se da de manera permanente cada año desaparecería, lo que puede ser una de las consecuencias finales o más graves del cambio climático.

El Planeta cambiaría para siempre, como lo hizo antes de la aparición del ser humano. Para la vida tal como la conocemos, su efecto sería devastador. Como una nueva era del avance del hielo, inundaciones y desiertos, en proporciones inabarcables, todo al mismo tiempo.

Lo que muchos anticipan como otra etapa de una extinción generalizada sobre la Tierra.

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La corriente del golfo está dejando de producir su efecto regulador para las temperaturas. (Foto: Captura de TV)

La corriente del golfo está dejando de producir su efecto regulador para las temperaturas. (Foto: Captura de TV)

¿Qué papel cumplen las corrientes del Atlántico?

En el Atlántico Norte se cruzan las corrientes frías y cálidas del océano. Se dividen y cumplen funciones fundamentales para la vida.

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La corriente del golfo es cálida y sube hacia el norte de América, mientras otro "brazo" cruza hacia Europa. Así regula la temperatura y permite inviernos moderados - aún cuando haga mucho frío - en los que puede vivir el hombre y desarrollar su sociedad. Cuando llega a sus puntos máximos se enfría y comienza a descender para renovar este ciclo.

Es como un termostato de la naturaleza, que con los ciclos hace posible la vida en todos los rincones de la Tierra.

Su funcionamiento está íntimamente ligado a dos elementos clave: el nivel de agua dulce y de sal en los mares.

Cuando ese balance se rompe, se abre un panorama más que preocupante, como alertan desde Naciones Unidas por el cambio climático.

El ciclo del agua dulce, la sal y el nivel de los mares

El agua cálida, como la de la corriente del Golfo, tiene menos densidad, por lo tanto toma la parte superior de las corrientes oceánicas, en su ascenso hacia el norte para "calentar" las costas de Estados Unidos y Europa mientras el calor se propaga hacia los continentes.

En tanto, el agua fría del Polo Norte es más densa, va hacia el fondo de las corrientes oceánicas y "baja" hacia el sur para reeditar este ciclo de "renovación vital".

Pero los científicos expertos en el clima y el efecto invernadero advierten desde hace años que esto está cambiando de manera inexorable.

El aumento de la temperatura derrite los glaciares. Eso tiene dos impactos sobre el agua marina. Primero aumenta la cantidad de agua dulce y al mismo tiempo, reduce la proporción de la salinidad.

Esa combinación afecta de manera letal el proceso de renovación y circulación que explicamos antes. La sal se pierde y hace que el agua en los mares fríos del norte tengan una densidad menor.

El agua es fría, pero como tiene menor densidad no se "sumerge" y viaja por debajo de las corrientes cálidas como la del golfo. Es fácil comprender lo que advierten los científicos, con un ejemplo común.

En una autopista, los vehículos ligeros van por unos carriles y los pesados por otros, lo que agiliza la circulación. Pero todos sabemos qué pasa cuando desaparecen esos carriles: el tránsito colapsa.

En el océano Atlántico está pasando lo mismo. El agua fría yo no circula por las profundidades, sino que lo hace en el mismo nivel que las corrientes cálidas. Eso explica el temor de los científicos: las corrientes marinas, viajando a un mismo nivel se neutralizan. Por eso remarcan que la corriente del Atlántico se está paralizando.

Si esto ocurre, sobrevendrá un colapso inusitado.

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Si el agua deja de circular por el planeta, de cálida a fría en momento del año, el cambio climático será aun peor. (Foto Captura de TV)

Si el agua deja de circular por el planeta, de cálida a fría en momento del año, el cambio climático será aun peor. (Foto Captura de TV)

Qué pasará cuando las corrientes marinas se detengan

Cuando el agua no circula, es fácil entender qué sucede. Se acumula en un mismo lugar y sube de nivel. El deshielo de los glaciares y nieves permanentes se traducen en mayores cantidades de agua dulce por año al océano. Las mediciones ya registran este fenómeno desde hace décadas. Pero como con todos los problemas del efecto invernadero, todo se acelera.

Si el océano sube de nivel, provocará inundaciones masivas, extensas y permanentes. Las ciudades y países costeros desaparecerán o quedarán inhabitables como los conocemos. Llegará el momento de los "parias ambientales".

Por ejemplo, millones de personas que no puedan vivir en una ciudad llena de agua, como puede sucederle a Nueva York, por ejemplo. En su área de influencia viven 22 millones de personas, es decir 1 de cada 16 norteamericanos. Es además la capital financiera del mundo. ¿Qué pasaría con la economía global si esa ciudad queda inutilizable?

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El agua de mar con menos sal y más agua dulce, cambia de densidad, aumenta de nivel y no circula por el planeta como debe hacerlo. (Foto: A24.com)

El agua de mar con menos sal y más agua dulce, cambia de densidad, aumenta de nivel y no circula por el planeta como debe hacerlo. (Foto: A24.com)

Desde el punto de vista humano, sería imposible darle una nueva ubicación con trabajos, servicios, y comunicaciones a 22 millones de personas al mismo tiempo.

Pero que suba el nivel del mar es apenas la punta del iceberg.

Era de hielo y calor extremo en lugares desérticos

Si la corriente del golfo se paraliza, a todo el continente europeo sólo le espera una era glacial. Nevadas inusitadas y permanentes en Madrid, Londres, París, el sur europeo y así hasta más al este de Moscú.

Todo porque las aguas cálidas, que moderan el invierno ya no llegarán. De nuevo, más de 400 millones de personas convertidas en "parias ambientales".

Pero como también marcamos, el planeta es un sistema integrado, de suma cero. Si no llega el agua cálida a los lugares fríos, lo opuesto también es verdad.

Los sitios áridos o cálidos del planeta no recibirán las corrientes marinas de agua fría que moderan el clima. Consecuencia: menos lluvias, más sequías, mayores extensiones de desiertos, tierras que se volverán improductivas y temperaturas no aptas para el ser humano. Como las que ya se registran de 50 grados o más.

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Con las corrientes marinas paralizadas, habrá ciudades bajo el agua y otras bajo la nieve de manera permanente. (Foto: Captura de TV)

Con las corrientes marinas paralizadas, habrá ciudades bajo el agua y otras bajo la nieve de manera permanente. (Foto: Captura de TV)

Cambio irreversible y antes de lo previsto

Las alertas han sonado durante mucho tiempo. Pero todo cayó en saco roto. Promesas de compromisos ambientales que no cumplen los primeros en pedirlos. Que justamente son los principales creadores de gases contaminantes.

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Los países que dejan su marca más grande en la huella de carbono. (Foto: Gentileza Climate Selectra)

Los países que dejan su marca más grande en la huella de carbono. (Foto: Gentileza Climate Selectra)

El ranking está liderado por:

  • China, con 9,9 mil millones de toneladas de emisiones de CO2, debido en gran parte a la exportación de bienes de consumo y su gran dependencia del carbón;
  • Los Estados Unidos con 4,4 mil millones de toneladas de emisiones de CO2, por ser la primera potencia industrial y comercial del mundo;
  • India con 2,3 mil millones de toneladas de emisiones de CO2.
  • Rusia, en cuarto lugar
  • Japón en quinto
  • Irán, en sexto
  • Alemania, el país europeo que más contamina está séptimo
  • La Unión Europea merece el cuarto lugar, pero la unión de los 27.

El problema ahora es que no sólo sabemos lo que nos espera, sino que todo se está acelerando.

Si el intercambio de las corrientes marinas (frías y cálidas) se detienen, la falta de esta "cinta transformadora oceánica" provocará este panorama gravísimo. Lo malo que desde Naciones Unidas creen que, ya en 2025, comenzaremos a vivir estos cambios definitorios que amenazan a la especie humana.

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Al mismo tiempo habrá más desiertos y sequías que inutilizarán las tierras. (Foto: Captura de TV)

Al mismo tiempo habrá más desiertos y sequías que inutilizarán las tierras. (Foto: Captura de TV)

"Somos responsables de ponernos al límite del colapso como especie", dice Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas. "Sólo estamos acelerando la velocidad a la que nos aproximamos", presagia.