La semana terminará con un conversación fundamental para la guerra entre Rusia y Ucrania. El presidente Joe Biden hablará el viernes con el presidente de China, Xi Jinping, sobre la invasión rusa que se mantiene desde el pasado 24 de febrero.
La semana terminará con un conversación fundamental para la guerra entre Rusia y Ucrania. El presidente Joe Biden hablará el viernes con el presidente de China, Xi Jinping, sobre la invasión rusa que se mantiene desde el pasado 24 de febrero.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, definió la charla como “parte de nuestras gestiones continuas por mantener abiertas las líneas de comunicación” entre Washington y Beijing.
Pero la realidad es más profunda. Evitar que Rusia pueda prolongar su guerra si recibe apoyo desde China.
La llamada se dará luego de un tenso encuentro de siete horas el lunes en Roma entre el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, y el asesor chino de política exterior Yang Jiechi.
En el encuentro en Roma, Sullivan le pidió a Beijing mayor claridad en cuanto a su relación con Rusia, y advirtió que todo intento por ayudar a China a evadir sanciones, también tendría represalias.
China, segunda economía del mundo, se declaró recientemente dispuesta a ejercer de mediadora entre Moscú y Kiev. El ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, señaló en una rueda de prensa el pasado 7 de marzo que su país está “dispuesto, si es necesario y junto a la comunidad internacional, llevar a cabo la mediación necesaria cuando haga falta”. Repitió esas palabras como para que se crea en el papel de "neutralidad" de China en la guerra.
Joe Biden suele tener problemas cuando lo asaltan con una pregunta. Eso fue lo que pasó cuando una periodista le preguntó al paso sobre el líder ruso. El presidente norteamericano se volvió y mantuvo este breve pero contundente diálogo:
- "Me preguntas si llamaría a (Putin)....?"
-"Un criminal de guerra, está listo para llamarlo criminal de guerra, Señor?"
-"Creo que es un criminal de guerra".
La definición tajante llegó justo poco después de que se conociera un presunto plan de 15 puntos para la paz. Tal como lo reveló el Financial Times.
La respuesta fue inmediata. Desde Moscú se rechazó de plano las palabras del presidente norteamericano. Son declaraciones “inaceptables e imperdonables”, para el el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. Le recordó a la agencia , TASS la responsabilidad del jefe de la Casa Blanca, "cuyas bombas mataron a cientos de miles de personas en todo el mundo”.
Afortunadamente, las declaraciones de Biden no hicieron que se corten las conversaciones entre Rusia y Ucrania. Aunque siguen los bombardeos
Estados Unidos intenta cortar esa “unidad de acero” de la que habló Xi jinping en su vínculo con la Rusia de Vladimir Putin.
Bastará con que China mantenga lo que ha dicho en reiteradas oportunidades. Negó que Rusia le haya pedido ayuda logística y sí afirmo que está dispuesto a ser un artífice de las negociaciones para que cese el conflicto en Europa central.
En un mensaje por twitter, el presidente norteamericano expresó a horas de la conversación con Xi Jinping: "El mundo está unido en nuestro apoyo a Ucrania y en nuestra determinación de hacer que Putin pague un precio muy alto por atacar a Ucrania. Estados Unidos está liderando este esfuerzo, junto con nuestros aliados y socios, proporcionando enormes niveles de seguridad y asistencia humanitaria".
Lo que Biden quiere saber - y asegurarse - es que Xi Jinping lleve a China en la misma dirección. Lejos del Kremlin.