Un periodista le pregunto que como ya tiene estos antecedentes de salud y 81 años, aunque falten 3 años aún piensa en aspirar a otro períodos en el senado.
Justo cuando iba a responder se quedó duro y sin poder hablar. Su secretaria le preguntó si había comprendido lo que le habían dicho yal ver que apenas balbuceó algo ininteligible, pidió un minuto y llamó a otro asesor. McConnell permaneció de pie y aferrado con ambas manos al atril. Cuando su asesor le hizo una indicación, el senador pareció salir de su estupor y que podría responder.
Aunque solo atinó a decir "ehh" y volvió a paralizarse.
Segundo episodio en 30 días
El 27 de julio le sucedió exactamente lo mismo. Estaba en el capitolio y le iban a preguntar sobre los múltiples juicios de Donald Trump.
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El senador republicano Mitch McConnell sufrió un nuevo episodio de parálisis temporal en dos meses. (Foto: Captura de TV)
"McConnell se sintió momentáneamente mareado e hizo una pausa durante su conferencia de prensa", dijo su portavoz a los medios de prensa y agregó que el senador consultaría a un médico antes de su próxima reunión pública, fue la respuesta en ese momento. Ahora, eh Kentucky pareció tratarse de un "déjà vu". La misma secretaria, la misma escena y unos minutos más tarde, la misma explicación. Solo se trató de un mareo momentáneo.
Aunque llamó la atención que el senador, "mareado" permaneciera rígido de pie, como "ido" o ausente.
Su staff de colaboradores, cuando ocurrió esa parálisis en Washington se limitaron a agregar que el senador consultaría a un médico. Jamás dijeron nada sobre el resultado de esa consulta. Mucho menos cuál es el real estado de salud de quien es nada menos que el jefe de la oposición en la Cámara de Senadores.
Tal vez ahora, se imponga el derecho a conocer el verdadero estado de los líderes del gobierno. En este caso, un representante de un estado, integrante del Senado norteamericano y votado por los ciudadanos.