Pero como muchos de los cazadores son alemanes, en el país europeo pusieron el grito en el cielo por la matanza de estos animales, y uno de los partidos en el gobierno lleva la voz cantante para dar marcha atrás con la medida.
Polémica por los elefantes
Los "verdes", partido ecologista alemán, forman parte de la alianza de gobierno en Alemania. Son los que presentaron la propuesta para limitar el ingreso en ese país europeo de los "trofeos" por matar elefantes de Botsuana. La respuesta del presidente del país africano ante esa posible ley, apareció en un conocido medio germano y causó sorpresa y desconcierto.
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El artículo en Die Bild que causó una polémica entre Alemania y Botsuana por los elefantes (Foto: Die Bild).
El artículo tiene como título: "Por ir contra los Verdes, Botsuana quiere deportar 20.000 elefantes a Alemania. PERO los animales deben vivir libres como en África". En el mismo sentido, agrega en la portada la palabra del presidente Masisi: "No aceptamos el no”.
Es decir que ante la protesta alemana por los renovados permisos para la caza de elefantes en Botsuana, el presidente Masisi lanzó una inesperada propuesta: enviar a 20.000 elefantes africanos a Alemania para que vivan de la misma manera que le reclaman a Botsuana, libres por su país.
Los elefantes africanos estaban en peligro de extinción hace unas décadas. Pero la política de crear reservas para los animales salvajes en muchos países africanos tuvo un doble beneficio. Es una fuente permanente de ingresos de divisas por el turismo de aventura y, además, ayudo a proteger a las especies y que se recuperen en número. Aunque con los elefantes, Botsuana dice que se resolvió un problema y al tiempo que surgió uno nuevo.
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Botsuana está desbordada por la población de 130.000 elefantes en su pequeño territorio (Foto: A24.com).
Los elefantes, ¿una plaga para enviar a Alemania?
Botsuana es un pequeño país en el sur de África, con apenas 2,3 millones de personas. En su superficie, conformada por varios parques nacionales, habitan unos 130.000 elefantes, el 30% aproximadamente de todos los ejemplares africanos. La economía depende de sus recursos minerales y también de la agricultura. Ahí radica el conflicto que, en última instancia, presenta esta disputa con Alemania.
Los programas de conservación animal -subsidiados por empresas y organizaciones de todo el mundo- dieron resultado con los elefantes, entre otras especies en peligro. Pero Botsuana tiene una superpoblación para las reservas naturales que posee. Además, el elefante vive en manadas que se desplazan en procura del alimento. Migran por el territorio entre la temporada seca y la de lluvias. Los elefantes caminan en manada cientos de kilómetros todos los años.
Un ejemplar adulto necesita unos 200 kg de alimento diario. Cuando llega la temporada de sequía, simplemente, migran. Pero lo hacen por una extensión enorme de terreno y los elefantes no distinguen límites, fronteras ni la propiedad privada. Si en su camino se interpone un campo cultivado, lo arrasan, literalmente. Se comen todo lo que necesitan y el terreno queda maltratado por el paso de animales que pueden llegar a pesar desde 6.000 a 10.000 kilos (los machos adultos).
Es por eso que los agricultores no quieren a los elefantes. Destruyen sus cultivos y, por lo tanto, si es necesario, matan a los elefantes intrusos.
Para eliminar la caza furtiva, el gobierno de Botsuana permite que haya una caza controlada que ayuda a mantener controlado el número de elefantes y limita los perjuicios para los agricultores. Pero en Alemania tienen otro punto de vista.
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Los elefantes migran en manada hasta 100 km de distancia y arrasan todo a su paso en busca de alimento (Foto: gentileza SINC).
Alemania y Botsuana, enfrentados por los elefantes
Como muchos de los cazadores, con licencia oficial, son de Alemania, los grupos ecologistas protestan en el gobierno de Berlín. La coalición que encabeza el canciller Olaf Scholz tiene en sus filas a los "verdes". La ministra de Medio Ambiente, Steffi Lemke, es del partido ecologista y presentó una propuesta para que los cazadores de su país no puedan ingresar con los "trofeos" que traen en la caza de los elefantes de Botsuana.
Por eso, la reacción del presidente Mokgweetsi Masisi y la propuesta que sorprendió a todos en Alemania. En realidad, la propuesta es simple. Si los alemanes quieren que los elefantes sigan vagando libres y sin control, Botsuana les ofrece enviarles 20.000 elefantes para que "vivan como dicen que quieren que lo hagan entre nosotros", dijo Masisi.
Y la propuesta no es alojarlos en zoológicos, sino liberarlos en parques o reservas y atenerse a las consecuencias con cada "migración de las manadas". Los elefantes migran más de 100 km al año, por lo que si estuvieran sueltos en Munich, por ejemplo, podrían llegar con un poco más de esfuerzo a Frankfurt (150 km de distancia). Desde Berlin, llegarían a mitad del camino hacia Hamburgo.
Es increíble solo con pensar esa posibilidad. Sin embargo, el presidente Masisi desafía: "Lo digo en serio. No aceptamos el 'no'".