Justamente el CDC se anticipó casi en un mes a la OMS en la recomendación del uso del barbijo como barrera protectora.
Embed
Centro de monitoreo del coronavirus en Texas (Foto: AFP)
Un centro de monitoreo del coronavirus en Texas (Foto: AFP).
Pero aún hoy, el presidente Donald Trump sigue siendo reacio a utilizarlo.
Los datos del CDC son elocuentes: "En las proximas semanas, los casos mortales en estados como Arizona, Arkansas, Florida, Idaho, Nevada, Oklahoma, Oregon, Carolina del Sud, Texas, Utah y Wyoming irán en aumento".
Esto impide hasta el momento que EE.UU. pueda pensar en que superó una primera oleada de contagios. Todo lo contrario. Hasta el mes de mayo se producían un promedio de 30.000 contagios diarios. Pero desde fines de junio, el número parece haberse fijado en los 50.000 por día.
A punto tal, que los gobernadores recomiendan que la celebración por el Día de la Independencia, el 4 de julio, quede solo en el ámbito privado.
En Nueva York, el intendente Bill de Blasio dio marcha atrás con la autorización para el ingreso a los bares y restaurantes. La suspensión de la autorización es hasta nuevo aviso.
Embed
Los bares y restaurantes de Nueva York no podrán tener clientes en su interior(Foto: AFP)
Los bares y restaurantes de Nueva York no podrán tener clientes en su interior (Foto: AFP).
Pero tal vez Texas sea el estado que mas refleja la preocupación ante esta advertencia del CDC y la posibilidad de llegar a 150.000 muertes en pocos días.
El gobernador, Greg Abbott, es uno de los principales aliados de Trump. También es defensor de la apertura de la actividad económica y opuesto al uso obligatorio de barbijos. No obstante, como Texas pasó a ser uno de los estados más golpeados por el COVID-19 en las últimas semanas, Abbott se volvió más que prudente: el uso del barbijo es obligatorio en cualquier condado que tenga por lo menos 20 casos de COVID-19.