La vicepresidenta se presentó en dos actos tras la renuncia de Biden a la reelección y tildó al magnate de "tramposo". Mientras, quedó muy cerca de ser declarada oficialmente la postulante de los demócratas.
"Conozco a los del tipo de Donald Trump", dijo Harris en su primera presentación como candidata presidencial. (Foto: gentileza NY Post).
"Escuchen lo que les digo: Conozco a los tipos como Donald Trump". Kamala Harris ya se mueve como candidata presidencial: aunque todavía no fue declarada oficialmente como la rival que enfrentará al magnate republicano, no perdió tiempo y apuntó directamente contra él.
Apoyada en su pasado como procuradora (fue la primera mujer negra en ocupar ese cargo en California), dijo que enfrentó a depredadores que atacaron a mujeres, estafadores que engañaron a los consumidores y, luego, habló de una categoría que pareció destinada directamente a su rival republicano: "Tramposos que cambian las reglas para su propio beneficio".
En estas primeras horas como la "sucesora", Kamala Harris está teniendo un comportamiento que sorprende a demócratas y obliga a repensar la estrategia republicana. En el primer día tras el "renunciamiento" de Biden hubo una primera señal positiva para los demócratas: recaudaron 81 millones de dólares en menos de 24 horas para mantener la campaña. Las dudas sobre la continuidad de Biden había virtualmente paralizado la llegada de fondos para el proselitismo.
Y al final del lunes se supo que Kamala Harris consiguió los 1968 delegados de la convención demócrata para ser proclamada oficialmente como candidata, el próximo mes. Ahora, le queda un tema no menor: la elección de su vicepresidente.
Kamala tuvo dos presentaciones como candidata. Primero, recibió a atletas en los jardines de la Casa Blanca y allí se despachó contra Trump. Luego fue a Delaware, donde están Biden (convaleciente de Covid-19) y el comando de campaña de los demócratas.
Desde ese lugar saludó el "legado para la historia" del presidente octogenario y se comprometió a seguir adelante en lo que ha sido su propia agenda, más a la izquierda que la del propio mandatario. Habló, entre otras cosas, de una firme acción para defender el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo, ya que los republicanos quieren limitar o prohibir, según los estados, el derecho al aborto. Pero con este tipo de definiciones, la búsqueda ahora se concentra en la elección del "compañero" de fórmula.
Su defensa de las minorías, los derechos sociales y las batallas contra la discriminación la colocan en el ala progresista de los demócratas, sin llegar a las posiciones de Ocasio-Cortez o Bernie Sanders. Además, en caso de ganar, sería la primera mujer en llegar a la Casa Blanca (Barack Obama fue el primer afroamericano).
Por lo tanto, la "búsqueda inicia" apunta preferentemente a un hombre, blanco y moderado en sus ideas. Con un elemento más: si es un político clave en los estados que suelen cambiar de partido en cada elección, tendrá un punto más a su favor.
Por eso mucho miran a dos dirigentes en especial. Uno es Andi Beshear, de 46 años, gobernador de Kentucky. El otro es Josh Shapiro, de 51 años, gobernador del estado de Pensilvania, el lugar en donde atentaron contra Trump.
Ambos candidatos son moderados frente a Harris y más jóvenes que ella. Esto les permitiría retomar lo que se dijo en la campaña de 2020 de Biden contra Trump: que el objetivo de los demócratas era lograr un solo mandato de transición para abrir paso a una generación más joven. Ese parece ser el momento.
Los republicanos iban seguros hacia una victoria arrasadora en noviembre frente a un Joe Biden vencido por la edad y su capacidad para estar en el Salón Oval. Trump tiene apenas 4 años menos que Biden, pero se muestra muchísimo más activo, lúcido y rápido mentalmente, aunque siempre diga las mismas cosas.
Por eso, luego del debate, todo era un campo de rosas hasta la elección del 5 de noviembre. Pero al bajarse Biden, ahora deben recalcular y concentrarse en otra figura.
J.D. Vance, compañero de fórmula de Trump, abrió el fuego republicano y dijo que si la presidencia de Biden fue mala, a los Estados Unidos les espera algo mucho peor si gana Kamala Harris.
Harris saca ventaja en los derechos sociales (aborto incluido), las minorías, ayuda a frenar la mudanza del voto de la comunidad negra que se alejaba de un dubitativo Biden y potencia el rescate de la clase media.
Trump apela al nacionalismo de volver a "hacer Estados Unidos otra vez grande" y promover una economía con el motor puesto en el esquema privado.
Pero algo está claro: en este nuevo arranque, Kamala Harris está más cerca de Trump en las encuestas presidenciales.
