El colapso parcial de un glaciar provocó un alud de nieve, lodo y rocas. Ese desmoronamiento bajó y enterró gran parte de un pueblo. Sabiendo que este fenómeno estaba por ocurrir, los 300 habitantes fueron evacuados. Uno se quedó y murió.
El momento en que un glaciar se desmorona y arrasa un pueblo en los Alpes Suizos. (foto: Reuters)
Era algo esperado, pero las imágenes fueron estremecedoras. Un enorme glaciar de los Alpes Suizos colapsó y provocó un gigantesco alud que arrasó a un pueblo entero. Por suerte, las autoridades detectaron el irreversible movimiento de la nieve en la cumbre de una de las montañas de los Alpes Suizos a tiempo. Esto permitió evacuar al pueblo de Blatten, en el Cantón de Valais. Sus 300 pobladores dejaron sus casas ante la amenaza de la naturaleza.
Sin embargo, una persona murió. Fue la única víctima que tuvo ese enorme desplazamiento de nieve. Se trata de un hombre, de unos 64 años, que no quiso ser evacuado. Pasada la enorme nube de nieve que levantó el alud, los rescatistas lo buscan, incluso con drones para recorrer todo el terreno.
Matthias Bellwald, el alcalde de Blatten, admitió que el pueblo deberá ser reconstruido casi por completo. El alud atravesó toda esa localidad, y destruyó por lo menos al 80 por ciento de las casas y las instalaciones como hospitales o los sitios que suministran la energía para los 300 habitantes.
Está por comenzar el verano en Europa, que nuevamente viene con temperaturas muy elevadas. Entonces es común que se produzca el deshielo de las principales montañas europeas, como los Alpes. Pero esto que sucedió en Suiza sorprendió a las autoridades. Siempre hay un monitoreo de estos desprendimientos, aunque esta vez, superaron todo lo esperado.
Abajo del glaciar se encuentra en el valle el pequeño pueblo en Blatten. Con 300 personas, sirve como lugar para preparar un día de esquí. Como el deshielo era muy importante, el alcalde decidió la evacuación total. Lo que nunca imaginó que la nieve, cayendo en un enorme alud, tendría tanta fuerza que pasaría literalmente, arrasando el pueblo. Batten quedó sepultado y la potencia del alud causó destrozos en el 80 a 90% del lugar.
Como se veía venir este inesperado fenómeno, por su fuerza nada habitual, toda la población fue a otros pueblos más seguros. Pero una persona, se quedó y murió. No pudo resistir ni protegerse frente a la avalancha descomunal. Era un hombre de 64 años.
Para el Servicio de Riesgos Naturales del cantón de Valais, no había dudas sobre lo que se avecinaba. Los grupos de vigilancia detectaron el movimiento peligroso de unos tres millones de metros cúbicos de material (nieve) que se habían acumulado en el glaciar. Era cuestión de tiempo que se desbarrancaran como un alud.
Las imágenes son contundentes. Tomadas desde el camino, muestran como era la pequeña villa alpina y como quedó luego del paso de la nieve, con todo lo que trae es su interior: tierra, piedras y restos de árboles y vegetación. Los techos, que emergen por la superficie de agua que quedó tras el alud, demuestran que Batten debe ser reconstruida por completo o relocalizada.
