Volodimir Zelensky sigue adelante con sus ataques directamente sobre suelo ruso. Ahora, envió al menos 11 drones que llegaron hasta Moscú, la capital del país con el que lleva casi 30 meses en guerra.
Tras el último apoyo con aviones, armas y dinero, Volodimir Zelensky cambió la estrategia de Ucrania. Ya no sólo defiende su territorio, sino que ataca en suelo ruso. Incluso con renovados bombardeos con drones sobre Moscú.
Volodimir Zelensky sigue adelante con sus ataques directamente sobre suelo ruso. Ahora, envió al menos 11 drones que llegaron hasta Moscú, la capital del país con el que lleva casi 30 meses en guerra.
En la madrugada de este miércoles, se produjo el mayor ataque con estos pequeños aviones no tripulados sobre Moscú. A tal punto que el alcalde de la capital rusa, Sergey Sobyanin, dijo: “Este fue uno de los mayores intentos de la historia de atacar Moscú utilizando drones”.
Sin embargo, desde el Kremlin aseguraron que los 11 aparatos enviados por Ucrania fueron destruídos por las defensas antiaéreas antes de causar graves daños.
Ucrania intenta lograr tomar parte del territorio ruso, al otro lado de la frontera en común, para poder forzar un diálogo que detenga la guerra y le permita recuperar las zonas del Donbás ocupadas por el ejército del Kremlin.
Ucrania intenta sacar la máxima ventaja del rearme que tuvo en el verano del Hemisferio Norte. Al menos antes que comience el invierno, que suele aletargar lo que sucede en esta guerra que lleva ya dos años y medio y no parece acercarse a una tregua.
Por eso, Ucrania no solo sigue su incursión desde el norte hacia ciudades del sur ruso como Kursk. Esta madrugada, demostró que está en condiciones de tener a Moscú como objetivo militar. No se trató de ataques aislados como ya sucedieron ocasionalmente en este conflicto. Esta vez, 11 drones con explosivos y cohetes llegaron hasta Moscú.
El Ministerio de Defensa de Rusia dijo que las fuerzas de defensa aérea derribaron 11 aviones no tripulados (drones) sobre la capital y sus alrededores. Incluso uno que llegó a Podolsk, a unos 38 kilómetros al sur del Kremlin.
Rusia dice que sus equipos de defensa respondieron de manera adecuada y que los 11 aparatos autómatas no causaron daños ni víctimas ya que fueron derribos en el aires. Pero demuestran que Ucrania sigue con su renovada ofensiva. Por tierra, ganando espacio en el suroeste ruso y con los drones ya como una amenaza sobre el Kremlin.
En total, el comando de defensa ruso dice que derribó o neutralizó a 45 drones que llegaron desde Ucrania. Solo 11 fueron a Moscú, el resto tenía blancos más cercanos a la frontera común entre ambos países. Por ejemplo, en Belgorod a solo 40 kilómetros de la frontera.
Si como asegura el Kremlin, los drones no cumplieron con sus objetivos militares, tuvieron un efecto psicológico innegable. Tras el ataque a Moscú, se impusieron restricciones temporales durante la noche en los aeropuertos de Vnukovo y Domodedov. Tal como sucedía en Kiev, la capital de Ucrania, cuando Vladimir Putin intentó su ataque relámpago entre febrero y abril de 2022.
Valdimir Putin - casualidad o no - no se encontraba en Moscú. Viajó hasta la zona de Chechenia para reunirse con los líderes locales.
Chechenia fue escenario de una cruenta guerra cuando un movimiento independentistas intentó la secesión de la Federación rusa. Pero Putin aplastó el intento a sangre y fuego y dejó al mando de los chechenos a Ramzan Kadyrov, aliado y hombre de su confianza.
El viaje del líder del Kremlin fue sorpresivo, no sólo para los chechenos. Tal vez, la inteligencia ucraniana no sabía de la decisión de Putin cuando lanzaron a los drones sobre Moscú.
Ante la ofensiva de Ucrania sobre territorios del sur de Rusia y ataques sobre Kursk o Belgorod, Putin dijo que estaba analizando la respuesta sobre los graves sucesos en esa región. Los calificó de una "provocación directa". Ya tiene otra situación grave: un ataque encadenado sobre Moscú.