Los acuerdos de Madrid hicieron que entre 1997 y 1999, muchas es repúblicas comunistas se incorporaran a la Alianza del Tratado del Atlántico Norte. Polonia, entre ellas, pasó a ser aliado de los Estados Unidos. Fue así que cuando Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero de 2022, el gobierno polaco fue uno de los más duros opositores y críticos a la decisión de Vladimir Putin. Al día de hoy, tras casi dos años y medio de guerra, Polonia tiene el mayor número de refugiados de Ucrania.
Pero además, tomó otra resolución porque el conflicto en el centro de Europa se perpetúa. Blindar con un muro de hierro su frontera este, uno de los "bordes" europeos de la OTAN.
Una frontera de 700 kilómetros
Polonia tiene una frontera de 700 kilómetros con Bielorrusia, aliado incondicional de Rusia y que ha fortalecido su presencia militar en los límites del país y el despliegue de misiles de ataque. Es por eso que mantiene cerrada desde febrero de 2022 sus pasos con Bielorrusia. Y desde el año pasado comenzó a reforzar esa muralla o cortina que separa físicamente ambos países.
También la está dotando con un sistema de unas 2.500 cámaras de vigilancia y más de 10.000 soldados y guardias fronterizos. El proceso de continuar toda esta nueva "cortina de hierro" representan más de 2.000 millones de Euros en los gastos de defensa de Polonia y la OTAN.
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Frontera entre Polonia y Bielorrusia, uno de los límites al este de la OTAN. Foto: A24.com)
Polonia acusa a Rusia de ciberataques
Andrzej Duda, es el presidente de polaco y Donald Tusk, su primer ministro. Ambos comparten la mirada sobre sentirse amenazados desde el Kremlin. Es por eso que han denunciado ataques de diferentes tipos, si bien no militares hasta el momento. Los más duros de neutralizar, son las intrusiones gracias a la cibernética que ha afectado varias veces las comunicaciones y envío de datos en Polonia.
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La frontera de Polonia con Bielorrusia esta cerrada desde la invasión a Ucrania por parte Rusia. (Foto: Gentileza Frepik)
La mayor frontera amurallada de la OTAN desde el 45
Este escenario que nos retrotrae a los años posteriores a la II guerra Mundial, tiene otro ingrediente más que Polonia ve como amenaza. Se trata del pequeño territorio de Kaliningrado, ubicado como un enclave entre Lituania y Polonia. Vive casi medio millón de personas que no logran el reconocimiento internacional como un país. Pero sí, son reconocidos como propios por Rusia, es decir, una "cabecera de playa" entre dos países de la OTANA.
Por eso también la muralla que está construyendo Polonia no solo cubre toda la frontera con Bielorrusia sino que se extiende hasta Kaliningrado.
La guerra entre Rusia y Ucrania no cesa y mientras tanto, Polonia ha vuelto a la guerra fría, aunque ahora, desde el otro bando.