El próximo 6 de mayo, Carlos III será coronado Rey de Gran Bretaña.
La operación "Gold Orb" está a punto de llegar al clímax. Con ese nombre clave, la reina Isabel puso en marcha el mecanismo para su sucesión y la coronación de su hijo mayor, como el rey Carlos III del Reino Unido. El nombre se debe al "orbe de oro" que lleva el monarca británico como símbolo de lo que fue su poder en las colonias por todo el planeta.
El 6 de mayo, él y su esposa Camilla, serán coronados como monarcas en la Abadía de Westminster en Londres.
Pero si bien el lugar no puede ser otro que la Abadía de Westminster, con la presencia principal del arzobispo de Canterbury (el rey es el jefe de la iglesia Anglicana), Carlos III, a los 74 años, intentará darle su sello propio a toda la ceremonia.
El emblema de la coronación fue diseñado por Sir Jony Ive, y tiene las flores de las cuatro naciones del Reino Unido que dan forma a la corona de San Eduardo (que es la que utilizará Carlos en la ceremonia). Lleva la rosa de Inglaterra, el cardo de Escocia, el narciso de Gales y el trébol de Irlanda del Norte. El emblema principal está en azul y rojo, los colores de la Union Jack, la bandera británica. Además, este emblema servirá para recaudar dinero para la corona. Será el único autorizado para los "souvenirs" que se vendan en Londres y todo el país por este acontecimiento.
Su madre heredó el trono de su padre, Jorge VI, el 6 de febrero de 1952, pero no fue coronada hasta el 2 de junio de 1953. La ceremonia se realizó en la Abadía de Westminster, como sucede en la monarquía británica desde hace 800 años. La de Isabel II duró más de 3 horas y fue la primera transmitida en directo por la televisión.
Carlos III desde siempre quiso dar un mensaje de "austeridad", como reflejan momentos culminantes de la serie exitosa "The Crown", en comparación con su madre. Por eso, la ceremonia del próximo 6 de mayo será más breve, de dos horas.
La de 1953 costó £1,56 millones. Ajustados por el paso del tiempo -y de la inflación- representan unos £46 millones de hoy. Carlos ha dicho que el costo será muchísimo menor, acorde a un país de lidia con una dura recuperación económica.
Esta es una diferencia en relación con lo que sucedió hace casi 71 años. No solo el rey será coronado. También ocurrirá lo propio con Camilla Parker, ya que pasa a ser reina y se desprende del calificativo "consorte". Fue una de las últimas disposiciones de Isabel II y la primera constatación de ese "upgrade" para Camilla se vio en la invitación formal para la coronación. Dice claramente y de forma directa: "la coronación de sus majestades, el Rey Carlos III y la Reina Camilla".
Carlos III llevará la corona de San Eduardo. La misma de su madre. Tiene más de 444 piedras preciosas de colores, como rubíes, granates, zafiros y turmalinas. Su peso es tan molesto para sostener en la cabeza, 2,23 kg, que solo la tendrá en el momento de ser coronado. Esa corona es de 1661 y es celosamente guardada y custodiada en la Torre de Londres.
Camilla lucirá la corona de la Reina María, que tiene 2.200 diamantes. Fue usada por primera vez por la Reina María (bisabuela de Carlos) en la coronación de Jorge V, en 1911.
Pero esa verdad que todos los argentinos conocimos y cantamos junto a la "Los Campanelli", en la Casa de Windsor no parece poder aplicarse. Ya la reina Isabel II dejó sin la foto en el balcón del palacio de Buckingham a su hijo Andrés y a su nieto Harry con su esposa Meghan Markle.
Andrés quedó marginado por el escándalo de una violación reiterada al menos 3 veces a una mujer que le hizo juicio en un tribunal de Nueva York. Tras el repetido y fallido intento de negar la acusación, el caso se "salvó" pagando una enorme suma de dinero para extinguir la acción legal.
A Harry y Meghan, en cambio, bastó que dieran una entrevista a Oprah Winfrey y contaran malos tratos y discriminación para que perdieran el favor de la abuela y reina al mismo tiempo.
Ahora, con Carlos, su hermano Eduardo puede tener mejor suerte, aunque resta confirmarlo. Para Harry, sigue siendo todo muy difícil con la familia. Se lleva pésimo con William, su hermano y primer heredero, y además, la relación con su padre, el rey Carlos, es peor que distante.
Por eso, solo Harry estará en la Abadía de Westminster. Ni Meghan ni sus hijos, Archie y Lillibet. Curioso, porque el 6 de mayo Archie cumplirá 4 años. En una familia en donde "reina" el amor, se celebrarían la coronación del abuelo y el cumpleaños del nieto. En Buckingham, no.
Para no hablar de los insistentes rumores de ruptura (¿separación?) de William y Kate siempre desmentidos por los voceros de Palacio. Pero para eso hay tiempo, junto a otras curiosidades que guarda la coronación de Carlos III.