Joe Biden: "La guerra mundial no empezará en Ucrania"
Eso declaró Joe Biden el pasado 11 de marzo - la guerra llevaba 15 días - para aclarar que la Organización el Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se involucraba en la guerra entre Rusia y Ucrania, pero sin la intención de escalar el conflicto más allá de esos dos países.
Pero ya son cuatro meses de guerra y no parece una solución cercana. Al contrario, la OTAN (y Estados Unidos en especial) envían armamento cada vez más sofisticado. Las sanciones económicas a Rusia no provocaron la "rápida bancarrota" que profetizaron sus impulsores en EE.UU. y Europa.
Desde el comienzo de la guerra, el presidente Biden y la Casa Blanca han tenido mucho cuidado en decir que la acción militar de los EE.UU. está fuera de la mesa de manera directa. Eso ahora está más cuestionado.
Un paso más grave podría ser el envío de tropas a la zona del conflicto. Por el momento, los soldados norteamericanos y de la OTAN solo refuerzan - saturan - las fronteras comunes de la Alianza con Rusia, pero no ingresaron a territorio ucraniano. Pero el Washington Post dice que una encuesta reciente registra que el apoyo a una acción más comprometida ya está arriba del 41% de la opinión pública.
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Joe Biden habló del temor de Estados Unidos por una III guerra mundial (Foto: AP)
Zona Aérea exclusiva, otra amenaza para la paz
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, sigue abogando por una zona de exclusión aérea, desde el inicio de la invasión rusa. Pero su país no puede hacerlo. Debería correr por cuenta de la OTAN. Aviones custodiando el espacio aéreo de Ucrania frente a los cazas rusos. En caso de un conflicto que sucedería: ¿un avión de la OTAN derribaría a uno ruso? El Kremlin consideraría esa situación como una escalada inaceptable de la guerra. Uno de los temores del presidente Joe Biden.
En otras palabras, este tema no va a desaparecer. Y cada vez más, la Casa Blanca lo aborda de una manera muy específica: invocando la Tercera Guerra Mundial.
Sanciones económicas o la Tercera Guerra
En esa dualidad se basó el jefe de la Casa Blanca para decidirse por sanciones extremas contra la economía rusa y el rublo. Duras trabas a su economía, antes que optar por "vietnamizar" el este de Europa, con tropas norteamericanas en Ucrania.
Para los voceros de Washington, lo contrario, zonas de exclusión aérea y acciones directas, serían colocarse en el umbral del inicio de la Tercera Guerra Mundial. La clave es quién maneja, tripula o acciona los equipos militares de la OTAN que están en suelo ucraniano.
“La idea de que vamos a enviar equipo ofensivo y tener aviones, tanques y trenes con pilotos estadounidenses y tripulaciones estadounidenses, entiéndalo… eso se llama la Tercera Guerra Mundial, ¿de acuerdo?" , dijo Biden en su momento.
En las últimas décadas, el concepto ha surgido con poca frecuencia durante otros conflictos. Pero no como hoy. Ni siquiera la guerra de los Balcanes -con las condenas posteriores por crímenes de guerra contra Slobodan Milosevic- hizo pensar en una posible Tercera Guerra.
Pero ahora, el panorama ha cambiado. Al menos esa esa es la evaluación de Joe Biden. El presidente escucha con atención a los asesores que dicen que Ucrania es solo el primer paso de una ofensiva mayor de Vladimir Putin. "Lo conozco bien y sé de lo que es capaz", repitió en plena cumbre de las Américas.
El factor chino en la guerra de Rusia y Ucrania
China es un rival directo por la supremacía económica mundial de Estados Unidos. Su papel en esta guerra genera enormes suspicacias en la Casa Blanca. Nunca hubo una condena explícita a la invasión. Para Beijing, las acciones del Kremlin "distraen" a Estados Unidos de los conflictos de fondo económicos que alcanzaron un punto álgido con Donald Trump en el poder.
La prolongación "sine die" de la guerra puede beneficiar la expansión económica china. Que si hoy a mediados de 2022 no es más notable es porque el gigante asiático, a todas luces, aplica una política equivocada contra la pandemia de coronavirus. El aislamiento según la "tolerancia cero" no consigue reducir la influencia del coronavirus y tiene un correlato económico directo: por ejemplo, la crisis en la producción de "chips" que afecta la provisión de ese elemento fundamental para toda la industria mundial.
China no puede poner el pie en el acelerador de su economía porque la pandemia lo afecta mucho más que a Estados Unidos y Europa, en donde el barbijo -el emblema de la pandemia- está casi en desuso, salvo pequeñas excepciones.
La imagen interna de Joe Biden en Estados Unidos
También juega su papel importante. Joe Biden no dio las respuestas -hasta ahora- que se esperaban de él para olvidar la etapa de Donald Trump. En la inflación interna del país y en la proyección internacional del liderazgo de los Estados Unidos.
Su edad y vacilaciones hacen que muchos demócratas alienten directamente un solo período para Biden. Buscar la reelección, con 83 años en 2024, es un desafió que no quieren afrontar. Y tampoco su vice, Kamala Harris, parece la figura ideal para intentar llevar al salón oval desde el 20 de enero de 2025.
Por eso, azuzar con una posible III Guerra Mundial desde Washington no es lo mismo que hacerlo como Zelenski, desde Kiev, en pugna por resistir el poderío militar de Vladimir Putin.
A fines de las semana pasada el vocero del Kremlin dio una definición para tener en cuenta: “En el mundo moderno, es imposible aislar a un país, especialmente a uno tan grande como Rusia”, dijo Dmitry Peskov.
Joe Biden, lo comprueba tras 115 días de combates y sanciones. Tal vez por eso, agita, él también, el fantasma de una III Guerra Mundial.