La sonda espacial Chang'e-6 volvió a la Tierra con su material único. Por primera vez, se tomaron y trajeron a nuestro planeta muestras de la cara oculta de la Luna. Es algo inédito en la historia de la exploración espacial.
Es una misión histórica que puede dar enormes datos totalmente desconocidos sobre la superficie de la Luna. Luego de 52 días, regresó a la Tierra la sonda china Chang'e-6 con un material inédito y extraordinario: rocas tomadas del lado oculto de la Luna. Por sus movimientos de rotación y traslación, siempre vemos el mismo "rostro" de nuestro satélite natural.
La sonda partió el 3 de mayo y regresó este martes a la Tierra con su precioso cargamento. Por primera vez se podrá examinar de primera mano que tipo de componentes tienen los materiales que la sonda china trajo a nuestro planeta para ser estudiado.
Se trata de saber qué tipo de minerales pueden encontrarse en la cara lunar que jamás vemos y si pueden tener algún uso en nuestro planeta y en eventuales viajes para "colonizar" al satélite natural.
En otras misiones, China también avisó a la comunidad científica que hay "depósitos" de agua que podrían ayudar a la permanencia del ser humano en la Luna.
Ahora, este material de la cara oculta de la Luna está por primera vez a disposición de la ciencia para buscar un conocimiento inédito para el hombre.
No solo para China, sino para la humanidad, esta sexta misión de la serie Chang'e es tomada como un paso fundamental para conocer más sobre la Luna pero, además, ir abondando el camino especial de ese país para lograr poner a astronautas sobre la superficie lunar.
En esa zona alunizó la sonda China. Partió hacia allí el 3 de marzo, tardó más de un mes en llegar y estuvo solo unas horas recolectando material antes de iniciar el regreso. Pero su trabajo se califica como muy fructífero para el conocimento de la superfice lunar.
Tanto la NASA como la Agencia Espacial China se han concentrado en los últimos años en llegar a ese sector tan específico de la Luna. El jefe de la NASA, Bill Nelson, expresó su preocupación en pleno desarrollo de la misión china por la posibilidad de que Beijing pretenda una cuestión de posesión o soberanía, sobre el polo sur lunar. Se cree que allí hay importantes reservorios de agua que, lógicamente, serían fundamentales para permitir la vida humana a 384.000 km. de la Tierra.
La sonda aterrizó este martes en un campo del sector chino de la meseta de Mongolia. Allí fue recuperada con su valioso cargamento y llevado para un completo análisis. De lo que se encuentre en esos fragmentos del suelo lunar, puede variar o definirse los objetivos de las nuevas misiones a la Luna.
El Chang'e-7 regrese al polo sur lunar en 2026. Con una idea mucho más fidedigna de los depósitos de agua que se comprobó que existen en ese lugar. Mas tarde, en 2028, la misión Chang'e-8 tendrá como misión estudiar la factibilidad de construir una base para los astronautas que lleguen a la luna.
Todo depende de este histórico primer paso: conocer exactamente las posibilidades de la composición de la superficie en la cara oculta de la Luna.
