Irán activó por primera vez su misil hipersónico Fattah, en un intento por reforzar su postura frente a Israel en medio de una escalada militar que ya ha alcanzado instalaciones nucleares persas y la cúpula de la Guardia Revolucionaria de ese país.
La Guardia Revolucionaria iraní presentó en el conflicto con Israel el misil Fattah, capaz de alcanzar los 15.000 km/h y con un alcance de 1.400 kilómetros.
El líder supremo Alí Khamenei eligió el nombre del misil. (Foto: Reuters).
Irán activó por primera vez su misil hipersónico Fattah, en un intento por reforzar su postura frente a Israel en medio de una escalada militar que ya ha alcanzado instalaciones nucleares persas y la cúpula de la Guardia Revolucionaria de ese país.
El proyectil, que según Teherán es capaz de alcanzar Tel Aviv en apenas 400 segundos, fue presentado como un símbolo de poderío ante la comunidad internacional.
La Guardia Revolucionaria celebró la utilización del Fattah —que en árabe significa “vencedor”— y afirmó que el misil logró atravesar las defensas aéreas de Israel, alterando la seguridad de los refugios. Una pancarta colgada en pleno centro de Teherán fue más lejos: “400 segundos para Tel Aviv”, decía en grandes letras, como amenaza directa a Israel.
El misil fue presentado públicamente en junio de 2023 con la presencia del fallecido presidente Ebrahim Raisi y altos mandos militares. El propio líder supremo Alí Khamenei eligió el nombre del arma y este miércoles compartió en redes una imagen del lanzamiento junto a la frase “Victoria de Dios y la conquista está cerca”.
Con una velocidad de hasta 15.000 kilómetros por hora y un alcance de 1.400 kilómetros, el Fattah fue desarrollado por la Fuerza Aeroespacial de la Guardia Revolucionaria y cuenta con una característica que lo vuelve especialmente difícil de interceptar: una tobera móvil que le permite cambiar de trayectoria durante el vuelo. Este tipo de maniobras complica los sistemas de defensa convencionales, que dependen de trayectorias predecibles para responder.
El armamento también puede ser instalado en el destructor Damavand-2, lo que amplía la capacidad operativa de Irán en el ámbito naval. El despliegue del Fattah es parte de una estrategia más amplia de modernización de sus fuerzas armadas y de fortalecimiento de su doctrina de disuasión.
En paralelo, la dirigencia iraní viene denunciando amenazas directas a su seguridad por parte de Estados Unidos e Israel. En ese contexto, el lanzamiento del Fattah se entiende como un mensaje de fortaleza interna y externa. Teherán busca demostrar que está en condiciones de responder a cualquier ataque y que su capacidad de represalia ha sido tecnológicamente mejorada.
La reacción de Israel aún no ha sido detallada, pero las afirmaciones iraníes sobre el control del espacio aéreo israelí fueron rápidamente puestas en duda por analistas militares. En Tel Aviv, la vida cotidiana continúa sin grandes alteraciones visibles, pese al tono triunfalista del mensaje iraní.
El misil, pintado de negro para transmitir una imagen de fuerza y control, ha sido presentado como un punto de inflexión en la capacidad militar de Irán. Su integración en el arsenal de la Guardia Revolucionaria marca un paso más en el avance iraní hacia tecnologías de disuasión difíciles de neutralizar.
La tensión en la región escala con cada paso y el Fattah se instala como una pieza clave en el ajedrez estratégico del Medio Oriente, donde la velocidad y la precisión comienzan a jugar un papel central en los nuevos conflictos armados.
