Tensión en Israel

Resumen de lo que fue el primer ataque realizado directamente por el ejército de Irán contra el territorio israelí

La amenaza de Irán no es nueva. Históricamente el régimen promueve sus intenciones de borrar a Israel del mapa y es, mediante sus proxys (Hamás, Hezbollah, los rebeldes Hutíes) que lleva a cabo, hasta ahora, sus actos de terrorismo.

Gabriel Astrovsky
por Gabriel Astrovsky |
Resumen de lo que fue el primer ataque realizado directamente por el ejército de Irán contra el territorio israelí (Foto: archivo)

Resumen de lo que fue el primer ataque realizado directamente por el ejército de Irán contra el territorio israelí (Foto: archivo)

Horas de angustia y máxima tensión se vivieron durante la madrugada del sábado, a raíz del ataque que Irán llevó a cabo contra el Estado de Israel y que, sin precedentes, puso a prueba todos los sistemas de defensa y seguridad israelíes que debieron combatir el lanzamiento de más de un centenar de drones y mas de 200 misiles (algunos balísticos y otros guiados)

La amenaza de Irán no es nueva. Históricamente el régimen promueve sus intenciones de borrar a Israel del mapa y es, mediante sus proxys (Hamás, Hezbollah, los rebeldes Hutíes) que lleva a cabo, hasta ahora, sus actos de terrorismo.

Pero lo de ayer cruzó una línea roja que hasta ahora no se habían animado a transitar nunca.

Cuando a principios de abril fue atacado el consulado de Irán en Damasco (Siria) el gobierno de Ebrahim Raisi comunicó al mundo entero que tomaría venganza por sus muertos, y responsabilizó directamente a Israel.

Y aunque el gobierno de Benjamin Netanyahu, no reconoció ni desconoció su relación con el ataque, recogió el guante de manera casi inmediata al entender que la venganza se daría dentro de su territorio, o en cualquier punto del mundo relacionado al Estado de Israel.

Drones a mansalva

Durante más de 10 días, Irán especuló maléficamente con cual podría ser el objetivo directo y encendió todos los estados de alerta posible, no solamente en Israel sino en el resto del mundo.

A medida que fue avanzando la última semana, informes de la CIA advirtieron a Israel que el plan iraní se remitía al medio oriente y que de un momento a otro lanzarían una ofensiva contra territorio del Estado judío.

Para la mañana del viernes, una nueva comunicación advertía que el ataque ocurriría en las próximas 48 horas.

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Ataque con drones y misiles sin precedentes. (Foto: captura)

Ataque con drones y misiles sin precedentes. (Foto: captura)

El anuncio generó cierto grado de ansiedad y paranoia en la población, que reaccionó de diversas maneras.

Hubo un gran número de ciudadanos que corrieron a los supermercados para realizar compras “Just in case” para estar provistos de insumos por si en algún momento recibían la orden de encerrarse en refugios.

Hubo otros que decidieron encerrarse y no salir “hasta que pase el temblor”

Pero también hubo todo lo contrario.

El viernes pasado marcó el último día de clases en los colegios que comenzaron un receso por dos semanas para festejar Pesaj. Las pascuas judías, la llamada fiesta de la libertad. Una fiesta que este año tendrá un festejo totalmente amargo sabiendo que, desde hace 6 meses, hay 133 personas privadas de su libertad, secuestradas por Hamás en la Franja de Gaza.

En relación al receso (y al ataque de Irán) el ministerio de educación emitió un pedido a los padres para que los niños se llevasen a casa todos sus libros y elementos de estudios que generalmente se quedan en el colegio.

Esto, toda vez que el (hasta ese momento hipotético) ataque iraní desatara un conflicto que pueda llegar hasta el momento de tener que regresar a clases y que, por consecuencia, las mismas deban realizarse a distancia.

Y ahí fueron los niños de Israel, con bolsas llenas de libros y cuadernos, tratando de entender que, tal vez, no puedan volver a sus aulas por un largo periodo de tiempo.

Y ahí fuimos, los padres, tratando de explicarles y de tranquilizarlos de que nada grave pasaría… aun cuando ninguno creía en esa posibilidad.

El día D

La noche del viernes pasó con tranquilidad. Una tensa calma, si. Pero con tranquilidad.

Por eso el sábado tal vez fue raro.

Muchos despertaron sintiendo que si nada había ocurrido… entonces nada ocurriría ya.

Otros fueron más cautos y trataron de no salir, de no moverse más de lo estrictamente necesario fuera de sus casas. Y por eso fue raro ver los parques o las playas del centro del país sin tanta afluencia de gente.

Tal vez como un preludio de lo que podía pasar.

Con la caída de la noche todo cambió.

De golpe los noticieros en todos los canales de televisión comenzaron a titular “el inminente ataque de Irán”

Los portales de internet circularon la información que provenía de EEUU y que decía que Irán ya había lanzado un centenar de drones no tripulados que podrían demorar unas 9 horas en llegar a Israel.

A partir de allí todo fue una seguidilla desenfrenada de actualizaciones.

Luego de los drones, Israel reconoció tener conocimiento del disparo de una tanda de misiles balísticos. Las 9 horas de demora se redujeron. Jordania cerró su espacio aéreo. También lo hizo Beirut.

A partir de la medianoche se sumó Israel. Para ese entonces ya se hablaba con una precisión casi exacta de las 02.00 am como la hora señalada. El rumor sobre las primeras intercepciones sobre cielo jordano circuló como reguero de pólvora. A eso se le sumaron lanzamientos de misiles de Hezbollah desde el sur del Líbano. La tensión ya había llegado a un punto demasiado elevado. El vocero del ejército brindó una conferencia de prensa. La segunda de la noche… y todavía faltaban dos más.

Y entonces las sirenas comenzaron a sonar.

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El pueblo iraní celebró el ataque.

El pueblo iraní celebró el ataque.

Algunas en el norte. Otras en el sur. Otras en zonas generalmente inhóspitas como el Mar Muerto. También incluyeron Jerusalén (donde varios misiles volaron sobre zonas judías… pero también sobre, por ejemplo, el Domo de la Roca… uno de los lugares más sagrados para los musulmanes)

Fue una noche larga. Muchos no pudieron dormir. Muchos no pudimos dormir.

Para las 04.00 am aproximadamente, (casi) todo ya había ocurrido.

Los representantes de Irán ante la ONU comunicaron que, a su entender, el operativo ya estaba concluido.

Entonces Israel declaró haber interceptado el 99% de los drones y misiles, en una misión exitosa y conjunta entre su ejército y los de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña.

Fue una noche larga. Para muchos todavía continúa.

Ahora habrá que esperar.

Irán dice que aguardará a la reacción de Israel para determinar sus pasos a seguir.

La ansiedad en la población israelí disminuyó (por momentos) pero permanece alerta. Tan alerta como las disposiciones del Comando de Defensa Civil que sigue informando que no se puede minimizar lo que pueda llegar a ocurrir (de nuevo) o no.

Por el momento todo ha pasado…

O no.

El escenario que se sigue desplegando en esta parte del Medio Oriente es incierto.

Por Irán en si mismo. Por sus proxys, por la guerra en el sur y en el norte… pero por sobre todas las cosas… porque todavía, después de casi 200 días que pasaron desde el 7 de octubre, hay 133 secuestrados que (no sabemos cuantos vivos, no sabemos cuantos asesinados) aun permanecen dentro de la Franja de Gaza. Desamparados, vaya uno a saber en que condiciones y con una nula posición de parte de las principales organizaciones como la ONU, que reclamen y exijan su inmediata liberación.

Los secuestrados no pueden esperar más.

No puede pretenderse un alto el fuego que no incluya, primero y principal, su regreso a casa.

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