La inesperada catástrofe que derrumbó el puente más importante de Baltimore, en Estados Unidos, disparó una enorme serie de especulaciones sobre por qué el barco carguero embistió un pilar en lugar de cruzar por donde correspondía.
Las autoridades descartan un acto de terrorismo. Pero investigan cómo la tripulación del barco de bandera de Singapur pudo aquivocar el paso adecuado para cruzar el Francis Scott Key.
La inesperada catástrofe que derrumbó el puente más importante de Baltimore, en Estados Unidos, disparó una enorme serie de especulaciones sobre por qué el barco carguero embistió un pilar en lugar de cruzar por donde correspondía.
Esta madrugada, un carguero de Singapur cometió un grave error al no pasar por el lugar indicado y, en cambio, impactar contra uno de sus pilares. El puente colapsó y se derrumbó en una muy fría madrugada, provocando que muchas personas que cruzaban con sus vehículos cayeran al río Patapsco.
Las autoridades descartan que se pueda haber tratado de un acto de terrorismo, pero no alcanzan a comprender cómo pudo equivocar una maniobra básica un carguero de ultramar. En vez de pasar por el lugar de mayor altura de la estructura del puente, la nave, cargada de contenedores, embistió a uno de los pilares.
La magnitud del impacto fue tal que la estructura no resistió, se bamboleó y fue cayendo al río por sectores. El puente Francis Scott Key tenía 2,5 km de extensión y servía para ir desde Baltimore a Washington, por ejemplo.
Los integrantes de la tripulación dicen haber reportado un incidente que -de ser verificado- puede ser el principio para comprender qué pasó.
Al momento de comenzar a pasar por debajo de la estructura del Francis Scott Key, la nave habría sufrido un repentino apagón, producto de una súbita pérdida de su poder eléctrico.
En esas condiciones, la inercia propia de las embarcaciones, privada de cualquier capacidad de reacción desde el puente de mando, llevó al barco directo contra uno de los pilares.
Los barcos necesitan un gran espacio para realizar sus maniobras en el agua. No puede, para hacer una rápida comparación, frenar bruscamente como un auto. Por lo tanto, una nave que intenta salir de un puerto, de una bahía y cruzar debajo de un puente por el lugar previsto requiere un tiempo para ejecutar ese movimiento. Si por alguna razón se produce una falla grave, queda a merced de la corriente del agua y su propia inercia, sin que se pueda hacer nada.
Para peor, en este caso, el barco estaba completamente cargado con containers, lo que incrementó aún más la inercia y su trayectoria hacia el pilar que embistió y provocó la tragedia.
Una cámara que tomaba la bahía y el puente grabó el momento que parece darle la razón al capitán de la nave. Justo cuando está debajo del puente, el barco queda a oscuras por completo. Si se quedó sin energía, no se pudo hacer ninguna maniobra para evitar la tragedia.
El puente estaba montado sobre bases de hormigón y es de hierro. Es relativamente nuevo, ya que se inauguró en 1977, por lo que pensar en una "fatiga de material" también se descarta a priori.
Una explicación para el colapso en cadena puede deberse a una falla en los "mecanismos de protección" que tienen los puentes para casos como el que sucedió.
Antes de los pilares que sostienen la estructura, hay unos bloques que sirven para evitar, en caso de una mala maniobra, que un barco impacte en una parte clave para su mantenimiento en pie. Pero parece que este carguero, en lugar de cruzar de manera perpendicular al piso del puente, lo hizo de manera oblicua, con lo cual las defensas no funcionaron.
El buque chocó de lleno con la base de cemento y su unión a la estructura de metal y la hizo colapsar. Esto pudo deberse a que para ese momento, el barco no tenía energía propia y estaba a la deriva.
Otros puentes tiene pequeñas escolleras delante, como una protección más importante. Pero en el caso del Francis Scott Key no se las construyó.