Guaratiba, en la zona oeste de Río de Janeiro, fue el punto de mayor calor en la ciudad. Pero los expertos en el clima dicen que el fenómeno que sufre la ciudad carioca es uno muy específico, aunque también es revelador de los fenómenos con los que amenaza el cambio climático.
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Una ola de calor extremo se mantiene sobre Río de Janeiro en el final del verano. (Foto: Gentileza O Globo)
Un "domo" de calor excesivo
Según Alerta Rio, es como si una "cúpula de calor" se mantuviera en una amplia zona del centro sur de Brasil. Como no varía la presión, no se producen las corrientes de aire que provocan lluvias y hacen bajar las temperaturas. El calor que se siente está "reciclado" por la temperatura del aire, pero también por la humedad y el viento. Todos estos factores impiden que el clima afloje sus niveles de calor para dar paso al otoño que debe comenzar en tres días. Esto repercute en que el cuerpo humano no puede "refrigerarse" ni siquiera durante la noche, a menos que se cuente con equipos de aire acondicionado. Por lo tanto, el alerta roja, de peligro para la vida se disparó este fin de semana.
Uno de los mecanismos básicos para "enfriar" el cuerpo que tenemos es la sudoración. Pero cuando también se da el fenómeno de alta humedad, las gotas de la transpiración se calientan rápidamente e impiden que hagan bajar la temperatura del cuerpo. Por eso, aumentan los riesgos para la salud por el "golpe de calor".
El servicio meteorológico de Brasil advierte que la masa de aire caliente instalada en Argentina y Paraguay, provoca ese "domo" o "burbuja de calor". Afecta especialmente a los estados de Rio Grande do Sul, Santa Catarina, Paraná, Mato Grosso do Sul, San Pablo, parte de Minas Gerais y Río de Janeiro.
Mientras no cambien las características generales en la región, en el sur de Brasil se espera que el calor elevadísimo continúe durante 10 días más, o sea el alivio del otoño tendrá que esperar.