Baltazar Lemos tiene 60 años, trabaja de ceremonialista y tuvo una increíble ocurrencia: fingió su propia muerte y organizó su velatorio para ver quién asistía a la ceremonia y comprobar quien lloraría por él.
Baltazar Lemos, el brasilero de 60 años que fingió su muerte.
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Baltazar Lemos tiene 60 años, trabaja de ceremonialista y tuvo una increíble ocurrencia: fingió su propia muerte y organizó su velatorio para ver quién asistía a la ceremonia y comprobar quien lloraría por él.
Según informaron los medios locales, el hombre ni siquiera avisó de la puesta en escena a su propia madre, de más de 80 años. Sin embargo, ciertas personas confiaron al círculo íntimo antes de que se celebrara la ceremonia, que todo era "una broma".
Algunos familiares de Lemos sospecharon desde el principio que algo no estaba bien. El sobrino de Baltazar sospechó de la situación y empezó a buscar información sobre su tío. Se comunicó con el hospital local, fue hasta una funeraria y al instituto médico para encontrar su cuerpo.
Tras su raid poco exitoso, se comunicó con la Policía, y le explicaron que deben pasar 24 horas desde la desaparición para llevar a cabo cualquier acción.
“Los otros miembros de la familia y yo estamos completamente devastados por la posibilidad de que todo haya sido una broma de extremo mal gusto", comenzó el sobrino en un comunicado.
Y alertó: "Sin embargo, la innumerable información inconsistente que conocemos hasta ahora nos hace creer que él está tramando todo esto para de alguna manera llamar la atención de todos”.
Después de descubrir que Baltazar estaba vivo y que se trataba de una puesta en escena, todos sus familiares y amigos se indignaron con la situación.
Durante el supuesto velatorio hubo mucha confusión y el "muerto" incluso recibió una bofetada, según informaron los medios locales. En medio del temidos escenario, el funeral se convirtió en un festejo para celebrar el cumpleaños 60 de Baltazar.
El propio Lemos contó en diálogo con el medio local O Tempo cómo fue toda la situación: "Días antes envié las invitaciones a mi cumpleaños. La idea la tuve hace cinco meses. Hice las invitaciones, las envié y antes de la fecha decidí hacer este episodio. Quería demostrar que moría de verdad. La gente lo interpretó a su manera. Quería saber quién iría realmente a mi velorio y no sólo a mi cumpleaños”.
Y finalizó con un pedido de disculpas: "A los que se ven ofendidos les pido humildemente perdón, perdonando todas las críticas recibidas".
