La zona, limítrofe con Pakistán, es la que concentra la mayor actividad de Estado Islámico K, los rebeldes que no reconocen la autoridad de los talibanes sobre Afganistán.
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Los heridos de la mezquita, trasladados a los hospitales (Foto: Twitter)
El enfrentamiento entre Talibanes e ISIS
El portavoz de los servicios de Inteligencia afganos, Jalil Hamraz, informó el día anterior al atentado que en los tres meses que los talibanes llevan en el poder han matado a más de 30 supuestos miembros de Estado Islámico y han arrestado a otros 600 sospechosos. Por lo que las nuevas autoridades del país creen que el atentado puede haber sido realizado para demostrar que pese a esas detenciones y muertes, el Estado Islámico sigue en capacidad operativa en Afganistán.
Para ISIS-K, los talibanes en el poder en Afganistán son considerados como traidores a la ortodoxia de la 'sharía' o ley islámica. Si ya los talibanes aparecen como radicales ante el mundo, los integrantes del Estado Islámico defienden una interpretación mucho más dura de la ley islámica. Desde agosto, las mezquitas han sido sus blancos principales en Afganistán.
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Tres bombas ocultas en la mezquita causaron el atentado en Afganistán (Foto: Twitter)
El atentado en Nangarhar
La cadena Al Jazeera dijo que, según los testigos del atentado, entre los heridos figura el Imán de la mezquita que conducía el tradicional rezo musulmán de los días viernes.
Las primeras informaciones descartan que se haya utilizado un coche bomba o un voluntario suicida. Se habrían utilizado al menos tres explosivos ocultos en la mezquita para producir el atentado.