Minutos antes de que comenzara el amistoso, la cámara enfocó a la "Primera Dama del fútbol" en el palco junto al resto de la familia Messi, en donde se mostró muy entretenida, rodeada de sus hijos, al mismo tiempo que les pintaba los rostros con pinturas color celeste y blanca.
Quienes siguieron el minuto a minuto a través de la televisión no pudieron evitar notar un pequeño detalle: contrario a todos los partidos del Mundial de Qatar, en esta oportunidad Antonela optó por no respetar su principal cábala, que se trataba de llevar siempre puesta la camiseta violeta de la Selección. En esta ocasión, la rosarina decidió lucir la nueva casaca celeste y blanca, que lleva bordadas las tres estrellas doradas.
Por su parte, Lionel Messi respetó algunos de los rituales que llevó a cabo durante el evento deportivo que se desarrolló en Qatar y, para el encuentro con Panamá, eligió los mismos botines con los que jugó en la Copa del Mundo.