La muerte de Pablo Serrano, el hincha de River que cayó de la tribuna el pasado fin de semana y perdió la vida, tuvo un antecedente en 1992 en la Bombonera cuando Ricardo Claudio Frega se arrojó para volar como un Tucán.
La muerte de Pablo Serrano, el hincha de River que cayó de la tribuna el pasado fin de semana y perdió la vida, tuvo un antecedente en 1992 en la Bombonera cuando Ricardo Claudio Frega se arrojó para volar como un Tucán.
En esa jornada llena de emociones y expectativas en la mítica cancha de Boca Juniors, la Bombonera, una tragedia sacudió a todos los presentes. Ricardo Claudio Frega de 34 años, un hincha apasionado del club, se arrojó al vacío desde una de las tribunas, dejando consternados a los aficionados y marcando un episodio trágico en la historia del fútbol argentino.
Era el Torneo Apertura de 1992, y Boca Juniors se enfrentaba a Rosario Central en un partido crucial para sus aspiraciones de lograr el campeonato. El Xeneize llevaba 11 años sin ganar un torneo local y una victoria en este encuentro los acercaría a solo 4 puntos de su eterno rival, River Plate. El ambiente en la Bombonera era de máxima tensión y ansiedad.
El encuentro comenzó con gran intensidad, y a los 16 minutos del primer tiempo, Sergio "El Manteca" Martínez, ídolo del club, abrió el marcador con una definición característica de su estilo. La alegría invadió a los hinchas, quienes soñaban con la ansiada victoria. A los 34 minutos, el paraguayo Roberto Cabañas amplió la ventaja a 2-0 con un gol frente a un arco vacío, lo que parecía liquidar la historia a favor de Boca Juniors.
El final del partido se acercaba, y a los 45 minutos del segundo tiempo, Roberto Cabañas selló la victoria definitiva para Boca Juniors con su segundo gol del partido. La euforia se desató en las gradas, los hinchas estallaron en júbilo, y los cánticos de celebración inundaron el estadio. Sin embargo, en medio de esta atmósfera de euforia, Ricardo Claudio Frega capturó la atención de todos.
Poseído por la felicidad desbordante o motivado por algo más inexplicable, Frega se acercó al borde de la tribuna y, ante la mirada atónita de los presentes, se arrojó al vacío. Los gritos y los alaridos de sorpresa se apoderaron del estadio, mientras los espectadores trataban de comprender lo que acababan de presenciar.
Las últimas palabras de Ricardo Claudio Frega, "Soy más feliz que la mierda. Quiero volar como un tucán", aún resuenan en la memoria de aquellos que presenciaron el trágico incidente. Las autoridades del club y los servicios médicos actuaron rápidamente para atender a Frega, pero sus esfuerzos fueron en vano. La caída desde una altura considerable le provocó heridas mortales, y el hincha perdió la vida en el lugar.
La noticia de la tragedia se extendió rápidamente y generó conmoción en todo el país. Las discusiones sobre las condiciones de seguridad en los estadios y la pasión desmedida de los hinchas del fútbol se avivaron una vez más. La Bombonera, que había sido testigo de tantos momentos de gloria y emoción, ahora también quedaba marcada por esta tragedia inexplicable.
Ricardo Claudio Frega pasó a la historia como una víctima de su propia pasión desmedida. Su acto desesperado y trágico dejó una huella imborrable en el corazón de los aficionados al fútbol argentino y sirvió como un recordatorio de los extremos a los que puede llevar la pasión desenfrenada en el deporte más popular del país. La tragedia de la Bombonera quedó grabada en la memoria colectiva del fútbol argentino, recordándonos que, a veces, el precio de la pasión puede ser demasiado alto.