"Son golpes durísimos. Es mi familia, por más que ahora esté lejos, las cosas te chocan. Nosotros tuvimos una infancia muy difícil, cuando tenía dos meses a mi mamá le agarró corriente con un ventilador de piso y falleció. Mi viejo nos tuvo que criar a los seis, se rompía el lomo laburando y después cada uno va creciendo, elige cómo vivir, qué quiere hacer de su vida y de su futuro. Gracias a Dios, a mí se me cruzó una familia muy buena que me ayudó a salir de la situación difícil que estaba pasando, el fútbol me ayudó a salir de un barrio complicado, allá en Rosario está cada vez más complicado. Pude progresar, armar mi propia familia, con mi señora y mis tres hijos, y tengo que mostrarles que son obstáculos, que no se los deseo a nadie, pero que pueden llegar a pasar por situaciones similares y hay que aferrarse a la familia y sacar fuerzas de donde sea…".
"Pasan estas cosas y nos duelen, yo trato de darles fuerza, tienen sus hijos, tengo muchos sobrinos. Ahora, por parte de mi hermano, quedaron dos sobrinos que están con sus tíos. Hablamos, trato de aconsejarlos para que hagan las cosas bien y ojalá puedan entender que estar en la calle no es fácil, más como está hoy la situación en Rosario. No se puede vivir, ya no es más como antes, hay mucha gente que hace maldades, no te podés sentar en la vereda a tomar mates con tu familia o una gaseosa con tus amigos porque puede pasar cualquier cosa y lo más triste es que nadie hace nada. Da mucha bronca la impunidad y así, lamentablemente, las cosas van a seguir pasando. Está a la vista que todos los días pasa algo nuevo… Pero me quedo con la hermosa familia que tengo. Aunque es difícil, voy a seguir por ellos…".
"Con mi mujer nos conocimos a los 15 años. Con solo mirarnos sabemos lo que queremos, ella es fundamental. Me acompaña muchísimo, es el motor de la familia. Sin ella, no sé si hubiera superado todo esto. Mis hijos también son clave. Son los que están siempre y me dan un plus para que le siga metiendo para adelante", sostuvo sobre su familia. Mientras que de los Velázquez contó: "El hombre tenía un club y me encontró una vez jugando descalzo en la plaza. Me vio condiciones y habló con mi viejo para ficharme. Me empecé quedando en su casa los fines de semana y, unos meses después, directamente me fui a vivir con ellos. Estuve unos seis años, me enseñaron muchas cosas, fui al colegio. Si no hubiera sido por ellos me hubiese criado en la calle y mi vida hubiera sido totalmente diferente. Me enseñaron el respeto, la humildad, lo que estaba bien, qué camino debía tomar".