El hallazgo se produjo luego de más de nueve días de búsqueda ininterrumpida, en la que participaron brigadas de rescate, efectivos policiales, drones, canes entrenados y voluntarios de distintas localidades. Pese a los esfuerzos, no hay hasta el momento ninguna pista certera sobre el paradero de la pareja, lo que incrementa el desconcierto de las familias y de la comunidad.
Los investigadores intentan reconstruir los últimos movimientos de Kreder y Morales antes de desaparecer. Según el testimonio de allegados, ambos habían salido el sábado 11 de octubre desde la localidad de Trelew, con destino a la zona de Las Plumas, para pasar un fin de semana juntos. El viaje, de no más de tres horas, era habitual para ellos, ya que solían recorrer distintos puntos del interior chubutense en su camioneta.
La última comunicación con sus familiares fue ese mismo día por la tarde, cuando Pedro envió un mensaje avisando que todo estaba bien. Desde entonces, el silencio fue absoluto. Las llamadas posteriores nunca fueron respondidas y los celulares permanecen apagados desde entonces.
El hecho de que los teléfonos no hayan sido hallados en el vehículo genera una línea de investigación clave. No se descarta que la pareja haya intentado salir del lugar en busca de señal o ayuda tras quedar encajados en el barro. “Es posible que hayan tratado de caminar por la zona para pedir auxilio. Es un terreno muy complicado, con poca señal y temperaturas extremas. No sería raro que, al intentar alejarse, se hayan desorientado”, indicó un rescatista.
El área donde fue encontrada la camioneta es conocida por su aislamiento extremo y su escasa circulación de vehículos. Se trata de una zona árida, con caminos de ripio, sin señal telefónica ni servicios, lo que complica aún más los rastrillajes. Los equipos de rescate trabajan bajo condiciones climáticas adversas, con fuertes vientos y amplitudes térmicas que van desde los 25 grados durante el día hasta temperaturas bajo cero en la noche.
La falta de los celulares no solo es un dato llamativo, sino también un obstáculo para los peritos tecnológicos. Con esos dispositivos podrían rastrear las últimas ubicaciones registradas o posibles llamadas. Sin embargo, hasta el momento no hay señales que permitan determinar dónde se encuentran.
Los familiares de la pareja viven momentos de profunda angustia. Las hijas de Pedro Kreder han hablado públicamente para pedir que se mantenga la búsqueda activa y que no se descarte ninguna hipótesis. “No entendemos cómo desaparecieron así. Mi papá es un hombre de campo, conoce esos caminos, no es alguien que se pierda fácilmente. Queremos que se sepa la verdad”, declaró una de ellas con la voz quebrada.
El hallazgo del vehículo intacto —con todos los objetos personales— también alimenta teorías que van desde un accidente seguido de desorientación, hasta la posibilidad de que terceras personas hayan intervenido después del hecho. No obstante, los investigadores mantienen hermetismo y prefieren no aventurar conclusiones hasta tener más pruebas.
La conferencia de prensa prevista para este martes, en la que se esperaba brindar información oficial sobre el hallazgo, fue suspendida sin explicación pública, lo que generó desconcierto entre los medios locales. “Seguramente esperarán tener más datos concretos antes de hablar”, sostuvo un periodista de la zona que sigue el caso de cerca.
Mientras tanto, la camioneta ya fue trasladada a un predio policial para su análisis pericial. Allí, especialistas de criminalística realizan peritajes exhaustivos en busca de huellas, rastros biológicos o cualquier indicio que pueda dar una pista sobre lo ocurrido. Los perros adiestrados continuarán trabajando en el área circundante al hallazgo, intentando detectar algún rastro humano.
“No hay signos de lucha ni sangre en el vehículo. Todo está tal cual podría estar en un viaje normal. Los asientos, las mochilas, el abrigo, incluso las botellas de agua estaban en su lugar. Eso hace que el caso sea todavía más desconcertante”, afirmó otra fuente cercana a la causa.
A pesar de que el vehículo permaneció varios días atrapado en el barro, no presentaba daños estructurales ni indicios de que haya sido manipulado por terceros. Tampoco se detectaron huellas recientes de otros vehículos o personas en el perímetro. Todo parece indicar que el camino se volvió intransitable y la camioneta quedó varada sin posibilidad de salir por sus propios medios.
El fiscal a cargo de la investigación, Fernando Rivarola, analiza distintas hipótesis junto al personal de la División Búsqueda de Personas. Por ahora, el foco está puesto en un radio de varios kilómetros alrededor del sitio donde apareció el vehículo, aunque no se descarta ampliar la zona si no aparecen indicios en las próximas horas.
El operativo de búsqueda involucra a más de 50 efectivos, entre ellos miembros de la policía, bomberos, Defensa Civil y voluntarios de localidades cercanas. Los rastrillajes se realizan tanto por tierra como por aire, utilizando drones y helicópteros equipados con cámaras térmicas para detectar posibles movimientos o restos humanos.
A medida que pasan los días, la preocupación crece. Las temperaturas nocturnas son muy bajas y las probabilidades de supervivencia en caso de haberse extraviado son cada vez menores. Sin embargo, los familiares se mantienen firmes en su esperanza. “Hasta que no los encontremos, no vamos a bajar los brazos. Algo tiene que aparecer”, afirmó una de las hijas de Kreder.
La comunidad de Trelew y las localidades aledañas han mostrado un fuerte espíritu solidario. Vecinos se han organizado para colaborar con víveres, combustible y provisiones para los rescatistas. En redes sociales, la desaparición de la pareja se viralizó rápidamente bajo el hashtag #BusquemosAJuanaYPedro, con cientos de mensajes de apoyo y pedidos de información.
El hallazgo de la camioneta, lejos de cerrar la historia, abre un nuevo capítulo lleno de incertidumbre. ¿Por qué la pareja dejó el vehículo? ¿Qué ocurrió en esas horas posteriores? ¿Fue un accidente, un hecho delictivo o un extravío fatal? Las respuestas siguen siendo un enigma, y cada detalle que surge parece profundizar aún más el misterio.
Por ahora, las esperanzas están puestas en los peritajes que podrían arrojar alguna pista determinante. Los investigadores confían en que el análisis de la camioneta, junto con el rastreo de los celulares —si logran ubicarlos—, permita reconstruir el recorrido final de Pedro y Juana.
Mientras tanto, en Chubut se respira una mezcla de angustia, desconcierto y esperanza. Dos jubilados que se amaban salieron a disfrutar un fin de semana y nunca regresaron. Su camioneta, encontrada intacta en medio del desierto patagónico, guarda el silencio de una historia que aún no ha sido contada del todo.