Uno de los puntos más escalofriantes del caso británico fue el hallazgo de anotaciones escritas por Letby, en las que confesaba su culpabilidad con frases como “Soy mala, lo hice. Los maté”. A pesar de ello, durante el juicio se declaró inocente y aseguró que era víctima de un sistema que buscaba responsables ante una serie de muertes inexplicables. Sus abogados argumentaron fallas en la atención médica como causa de los fallecimientos, pero las pruebas en su contra fueron concluyentes.
El juez James Goss, que presidió el juicio en el Reino Unido, sostuvo que Letby actuó con “premeditación, cálculo y astucia” y que sus actos rozaban el sadismo. “No mostró remordimiento”, afirmó al momento de dictar la sentencia. La enfermera, que había trabajado desde 2012 en el hospital, fue la primera de su familia en acceder a estudios universitarios y llevaba una vida aparentemente normal. Durante el proceso judicial, pasó catorce días en el estrado y fue interrogada durante más de 60 horas, aunque decidió ausentarse al momento de los veredictos finales, lo que generó indignación entre los familiares de las víctimas.
Agüero y Letby: perfiles que inquietan
Brenda Agüero, por su parte, también era bien considerada por sus superiores y no tenía antecedentes penales previos. Su perfil bajo y la falta de sospechas inmediatas permitieron que actuara durante varios meses sin ser detectada. La investigación comenzó cuando se identificaron patrones anómalos en los fallecimientos, y los análisis toxicológicos revelaron la presencia de sustancias incompatibles con la vida en los cuerpos de los recién nacidos. El caso provocó un escándalo político y sanitario en Córdoba, con consecuencias judiciales para autoridades del hospital.
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A pesar de los más de 11.000 kilómetros que separan a Córdoba de Chester, Agüero y Letby tienen en común varios elementos: eran jóvenes, formadas profesionalmente, sin antecedentes judiciales, con buena reputación institucional, y actuaron con métodos similares en contextos de alta vulnerabilidad. Ambas fueron acusadas de traicionar la confianza de los padres que dejaban a sus hijos al cuidado del sistema de salud.
El caso de Letby generó una profunda conmoción en el Reino Unido y fue objeto de un documental titulado Lucy Letby, the nurse who killed. En Argentina, la historia de Agüero podría tener un recorrido similar, a medida que se conozcan más detalles del juicio y se profundice el análisis de su accionar. Las dos enfermeras pasarán el resto de sus vidas en prisión, y sus casos quedarán marcados como ejemplos extremos de crímenes cometidos desde adentro del sistema sanitario.