Tras un llamado al 911 la policía llegó al lugar y encontró el cuerpo de la víctima sin vida en una de la habitaciones, con manchas de sangre esparcidas por todo el lugar.
El joven fue identificado como Kevin Herrera y fue imputado por "homicidio agravado" por el fiscal de la causa, Jorge Nocetti, de la fiscalía de Violencia de Género de San Fernando.
Herrera se encontraba en la casa con su hermana mientras sus padres estaban trabajando, y por motivos que aún no fueron establecidos, accionó violentamente propinando varias puñaladas a su hermana y le avisó a su padre con un llamado telefónico. “Papá, vení que Jazmín tiene sangre en el cuello”, dijo el joven a su padre.
El hombre de inmediato regresó a su vivienda con su pareja y hallaron a la niña asesinada en el interior de una de las habitaciones. Según la primera información, la víctima murió por un corte profundo en el cuello, aunque también presentaba cortes en la espalda, pechos y golpes en varias partes del cuerpo.
Los padres confirmaron que desde el año pasado, el joven presentaba problemas psiquiátricos. Por lo que se cree que el ataque se produjo en medio de un presunto brote psicótico. ”No estaba medicado, trataba mal a toda la familia, era muy agresivo en el último tiempo”, sostuvieron fuentes de Télam.