Rosario narco

Con 113 años de condena, el líder de Los Monos podría sumar 25 más por un brutal delito

Un juicio contra la banda narco expuso detalles de un secuestro extorsivo ordenado por su cabecilla, "Guille" Cantero. La víctima fue un joven al que torturaron, mientras a sus familiares los extorsionaban con crueles y violentas imágenes del secuestrado.

Guille Cantero

Guille Cantero, otra vez en la mira de la justicia (Foto. archivo).

El hecho, que evidenció la crueldad del grupo delictivo, involucró extorsiones violentas hacia los familiares de la víctima, que terminó liberado luego de horas de tortura y amenazas.

El caso se remonta al 23 de julio de 2021, cuando la víctima fue retenida tras acudir a un búnker de drogas en Villa Gobernador Gálvez. Los secuestradores, vinculados a Los Monos, lo encerraron en una casa donde lo torturaron, le arrancaron una uña y enviaron imágenes a sus padres como parte de una exigencia de rescate.

En un principio, demandaron un pago de 100 mil dólares, pero finalmente los captores accedieron a liberar al joven a cambio de 10 mil dólares y joyas. La entrega se hizo en las cercanías del Puente Cargill, y la víctima fue liberada en la madrugada tras sufrir múltiples heridas.

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Ariel

Ariel "Guille" Cantero, líder de "Los Monos".

Durante el juicio ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 3 de Rosario, los fiscales Federico Reynares Solari, Rodrigo Romero y Matías Scilabra presentaron su alegato final.

Si es condenado, Guille Cantero sumaría más tiempo a su vida tras las rejas: ya acumula 113 años por diferentes crímenes. También pidieron una pena unificada de 25 años y 11 meses para Leandro “Pollo” Vinardi, mano derecha de Cantero, que permanece recluido en Ezeiza, y 6 años y medio de prisión para su pareja, Sabrina Ivana Barrías. También solicitaron penas de entre 6 y 18 años para otros integrantes de la organización, acusados de colaborar en el secuestro.

Cómo fue el secuestro vinculado a Guille Cantero y Los Monos

Según la investigación, la víctima acudió a la venta de drogas pactada con Virginia Malvestiti, quien integraba la célula que Vinardi lideraba en la zona. Al llegar al lugar, el joven fue interceptado por dos hombres armados y disfrazados de policías, que lo golpearon y lo obligaron a subir al vehículo.

Durante su cautiverio, los secuestradores enviaron amenazas escalofriantes a su madre, quien inicialmente creyó que se trataba de una broma. La mujer incluso bloqueó el contacto en WhatsApp, pero los captores lograron comunicarse nuevamente y escalaron las amenazas.

En el juicio, se detalló cómo los secuestradores insistieron en enviar "pruebas de vida", incluyendo una fotografía en la que aparecía con los ojos vendados y armas apuntándole a la cabeza. Luego de intensas negociaciones, los malhechores redujeron el monto del rescate, y finalmente, tras recibir lo exigido, liberaron al retenido.

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