A la salida, el conductor posicionó su vehículo a la par de un Peugeot 208 GTI que manejaba Álvaro Manuel Sánchez Pulgar. Después de una breve conversación, ambos salieron a toda velocidad.
Las cámaras de seguridad de los countries permitieron reconstruir la secuencia, y dejaron filmada prácticamente toda la carrera entre los autos. Duró alrededor de tres minutos. Los sobrevivientes declararían más tarde que el Vento de Catalano alcanzó los 140 km/h, cuando la velocidad máxima en esa avenida es de 60 km/h.
A las 7:14, el conductor mordió la banquina a la altura del barrio Lomas de La Carolina y perdió el control del auto. Volcó del lado del acompañante y mientras daba tumbos salieron despedidos del coche Federico Cariola (22) y María Constanzo (19). Ambos perdieron la vida en el acto, mientras que el resto sufrió lesiones diversas.
El rol de la Justicia en el caso
Catalano y Sánchez Pulgar fueron detenidos y reconocieron la responsabilidad de sus actos en el juicio abreviado, donde en 2020 se los condenó a 3 años y 8 meses, y 3 años y 2 meses de cárcel, respectivamente, por homicidio culposo agravado. También quedaron inhabilitados para conducir por cinco años.
Una vez resuelta la cuestión penal, la familia de María Constanzo inició una acción para que ambos conductores los reparen económicamente. La demanda avanzó solamente contra el principal responsable de la tragedia. El grueso de la indemnización que deberá pagar Catalano es por la “pérdida de chance de ayuda futura”, es decir el perjuicio que sufrieron los padres al perder una hija que pudiera asistirlos durante su vejez.
Entre los demás tópicos, según figura en la resolución del juez Suárez, están: daño moral, incapacidad sobreviniente, gastos terapéuticos pasados y futuros, honorarios de abogados y peritos, más los intereses en cada uno de estos puntos, que actualizados por inflación superarán los 400 millones de pesos al momento de abonarse. Eso ocurrirá dentro del plazo de diez días, una vez que quede firme la sentencia.
Ante el planteo de la familia, el conductor del Volkswagen se defendió culpando a la víctima. Dijo que habría sobrevivido si se hubiera puesto el cinturón de seguridad. La Justicia desestimó su postura con dos argumentos: no existen pruebas de que María Constanzo no se haya colocado el cinto, y aunque ese hubiera sido el caso, quien resulta ser el responsable de la supuesta inobservancia es el propio conductor.